Día uno: El llamado del ahogado
Llegaron por fin al alavado puente que les demostraba que ya estaban por lo menos en la entrada.
- Bien... -Dijo el capitan, llamando la atención de todos- Thof, quedate acá con los guerreros de Rango Medio hasta que yo te diga
- Como diga, señor -Pff, siempre somos nosotros los que tenemos que pasar frío se decía para sus adentros
- Íewen, Dukumo... Llévense a todos los arqueros y los magos al Valle -Se dio vuelta para mirar a su "Paladín"- Vos, Goll... Llevá a los guerreros de Rango Aprendiz. Confío en que tu primer misión de "subcapitán" te va a salir bien
- Así será, señor -Alzó las manos para avisarle a los que le habían otorgado a él que lo siguieran y se dirigió al valle
- Los demás, sólo síganme -Dijo- Thof, caza unos osos para no pasar frío... Ustedes van a dormir acá
- ¡¡¡!!! -Su sorpresa fue tal, que el viento aprobechó para agarrarlo distraído y un ventarrón se le vino encima- ¡Ay! Está bien, señor...
- Así me gusta... -Finalizó.
¿Alguien tiene que pasar frío durante la noche? ¡Los de Rango Medio! ¿Alguien tiene que meterse al agua helada? ¡Los de Rango Medio! ¡¡Hasta cuando hay que ir a la otra punta del mundo nos mandan a nosotros!! ¡Encima yo soy Rango Alto, no sé por qué me dejan con estos...!
- ¿Cómo estarán Khor y los demás?
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- ¡Mmm! Nada es tan bueno como un plato de carne de Dientes de Sable para cenar... ¡Delicioso! -La satisfacción del enano fue interrumpida por un ruido similar a cuando algo se cae al suelo- ¿¡QUIÉN ANDA AHÍ!? ¡MIRE QUE SOY PELIGROSO AUNQUE NO ESTOY ARMADO, ¿EH?!
- Tranquilo, Khor... -Dijo una bella voz conocida- Fui yo
- Perdonde, señorita. Es que cuando me estoy alimentando soy muy...
- ¿Salvaje?
- No iba a decir eso, pero podría ser, y... -Observó a la semielfa, vestida con las ropas más abrigadas que podría tener alguien en Alsius- ¿a dónde va, si se puede preguntar?
- Quería ver al sol caer desde Alsius, la única vez que lo hice fue... en un momento que no era adecuado
- Bueno, pero hace mucho frío afuera. Recuerde que estamos en...
- ...El pueto, el lugar más bello para ver el sol caer
- Si piensa quedarse toda la noche ahí y ver también el amanecer, debería llevarse unas mantas también. Puedo cazar un lobo para usted. La piel de los oscuros es perfecta para resistir al frío.
- No se preocupe, estoy bien -Sonrió ella- Ahora, si me permite
Khor la vio salir de la casa de su compañero Thof como si fuera suya. No le importó. Al terminar de cenar, antes de irse a dormir fue a verificar que la syrtense estuviera bien. Recostada sobre unas mantas, tapándose con las otras. Con los ojos bien abiertos observando el hermoso cielo estrellado.
Mientras, a unos kilómetros al norte (11:45, cielo despejado)
- Escuchenme atentamente -Le dijo Berderik al "Paladín", la "Hechicera" y el "Acesino a Distancia"- Mientras todos duermen, los encargados de revisar el lugar van a ser ustedes. Pueden hacer cualquier cosa, con tal de averiguar con qué nos enfrentamos. Si no encuentran nada, vuelvan y descansen lo que queda de la noche. ¿Están todos de acuerdo?
- Sí -Afirmaron los tres.
- Así me gusta, ¡comiencen ya que no tenemos mucho tiempo!
Goll fue a buscar su espada y su escudo. Dukumo a buscar su arco, sus flechas, sus dagas y sus piedras mágicas. E Íewen a buscar su báculo, su sombrero de punta y el libro de su madre, el cual se lo guardó en un bolsillo interior de la túnica para que nadie le hiciera preguntas.
- Yo recomiendo que nos dividamos -Dijo Dukumo de repente- Goll, vos podés ir a explorar el valle. Yo voy a comunicarme con los árboles y las plantas a ver si saben algo.
- ¿Y yo? -Preguntó la maga de mal humor
- Hacé algo con tus magias raras -El caballero sorprendió a los otros dos- , tal vez hay algo en ese hermoso libro que llevás a todas partes que pueda ayudarte
- Mrrrf... -Se dio vuelta y se dirigió a la pequeña laguna del centro de Valhalla.
- Mejor no me meto -Dijo sábiamente el cazador y se acercó a un arbusto de por ahí.
- Ubnustudithorkul -Susurró para que nadie la oyera. En el agua se reflejaron unos horrorosos ojos que hicieron asustar a la chica- ¿Enket Dor? ¿¡Qué es eso!?
- ¿Pasa algo, Íewen?
- No, nada. Sólo... ¿Te podría pedir que me hagas un favor, Dukumo?
- Claro, ¿cuál?
- Llamar a Thof
- ¿A Thof? Pero él está en la entrada por órden del capitán
- No te preocupes, sólo son unos minutos
- Está bien -El enano se alejó sin saber bien si lo que hacía estaba bien.
El frío envolvía los cuerpos de los pobres guerreros. Los Utghars se las arreglaban con un poco de piel de oso reforzando su abrigada piel. Pero los demás sufrían cada vez que el viento se ajitaba un poco más de lo que debía. Allí estaba el caballero, cazando osos y yetis con la poca energía que le quedaba. Ahora que lo pensaba, dudaba en si sería demasiado egoísta que se quede las pieles sólo para él. Vio un tigre muy peludo avanzándo por el puente, lo cual le sorprendió un poco... Pero no lo suficiente como para detenerse ante él. La criatura había muerto y recien cuando cayó al suelo Thof se enteró que era de su compañero Dukumo.
- No importa, hay muchos en el Valhalla... -Suspiró- Seguime, Íewen te quiere decir algo
- ¿¡Íewen!? ¡¡Hace tiempo que esperaba que pase esto!! -Salió corriendo a una velocidad inhumana hacia el cálido sector de bosque en el medio de la fría Isla de Cristal- ¡Hola! ¿Querías decirme algo? jeje
- Sí, ¿sabés qué significa "Enket Dor"?
- "Bajo tierra" en el antiguo idioma de los Utghars, ¿no querés decirme nada máaaas?
- Sí, que tal vez esa es la clave por la que Gasser y Gosfer desaparecieron
- Sí, sí, pero... ¿¡En serio!? ¡No me imagino a un Utghar bajo tierra!
- Shh, vas a despertar al capitán. No quiero que se entere de esto
- ¿Por qué? -El antes casi desilucionado, ahora era un intrigado y asombrado Nordo.
- Si se da cuenta de que están bajo tierra va a mandar a todo el ejército de los caballeros del norte a cavar un enorme pozo por el que entremos todo
- Con uno ya me es suficiente, ¡y ni pensar con los brillitos esos que aparecen si te quedás mucho tiempo! Dan un miedo
- Mmm... Llamá a la princesa, a Livh y a Khor. Yo voy a avisarle a Goll.
- ¿¡QUÉ!? ¿¡ESTÁS LOCA!?
- ¿Tenías frío? ¡Corré!
- ¿¡!? -Sabiendo que no había otra opción, el caballero comenzó su camino a toda rapidez. ¿¡Por qué el telefono sólo existe en los libros de ciencia ficción!? se decía.
Unas pocas horas después, en el puerto de Gokstad (5:15, bello amanecer)
Definitivamente, había escuchado esos pasos antes... Apurados, dudosos y torpes. Se dio vuelta para encontrarse con una pesada coraza que se le estaba viniendo encima
- ¡¡¡CUIDADO!!! -Gritó él. La syrtense saltó de su improvisada cama y contempló al Nordo caer al agua.
- ¡¡¡!!! -Agarró su brazo y, por la fuerza del caballero cayó ella tambien. Empapada y congelada, la cazadora salió del mar con un ágil salto de felino.
- ¡Llamá al... Puaj, puaj ...enano! ¡¡Agh!! -Ella se paró y salió corriendo para la casa del que se estaba por ahogar.
- ¡¡¡KHOR, DESPERTÁ!!! -Trató y trató, pero fue inútil. El peludo seguía durmiendo- Uf... ¡Sí! ¡Smilodón!, ¡smilodón, vení rápido!
Un enorme tigre blanco de grandes colmiyos fue rápidamente hacia la habitación y le saltó encima al bárbaro.
- ¡AY, AY, AY! ¿¡QUÉ ESTÁ PASANDO!?
- ¡Rápido! ¡¡Se está ahogando!!
Thof fue rescatado por la increíble fuerza del petiso.
- Gracias, pitufkhor -Dijo él aún escupiendo agua
- ¿¡!?
- Jeje -La estúpida sonrisa le bastó al bajo para darse cuenta de que eso era, un estúpido nomas.
- ¿Para qué viniste?
- ¡Ay, sí! Íew, digo Íewen, ella cree que Gasser y Gosfer están bajo tierra. Me dijo que los llamara
- ¿No estaban todos los caballeros del norte allí? Digo, porque son miles
- Ni idea, preguntale a ella... ¡Ahora, vamos!
Fin el día uno.
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