Día dos: Una cabalgata hasta el amanecer
- ¡Ya van como 40! ¡HIP! -Dijo aquel Nordo tomándose la jarra de hidromiel.
- ¿40 reshien? ¡Cómo hashes para tomar tan... HIP ...Poco! -Le respondió el otro.
- ¡Pero qué dishe, hombre! ¡HIP! Zi yo ya me tomé más que 100 copas de vino!
- ¿Copash de vino? ¿Cómo hashe ushted para emborracharshe con el vino? ¡HIP!
- ¿Ahora hablash de ushted? ¡HIP! Zi yo ya te conoshco... Vosh zosh el de acá a la vuelta, ¡HIP! ¿no?
Todos se reían en la taberna al ver a ese par de borrachos hablando pavadas. Hasta que se acercó un Utghar que acavaba de desmontarse del caballo, con él llevaba una carta.
- Maese Goll
- Está borracho, señor. ¿Quiere que tome yo la carta? -Era aquella maga amiga de los Nordos- Descuide, los conozco como si fueran hermanos mios.
- Como diga, señorita...
- Íewen.
- ...Señorita Íewen -El Utghar se marchó.
Ya era la mañana, Goll y Thof se habían quedado, como todas las noches después de la Zona de Guerra, a dormir en la taberna. Fueron despertados por su amiga, quien les entregó la carta al instante.
- ¿Quién lo manda, Goll?
- Mmm... No tiene nombre, ¿vos tenés alguna idea, Íewen?
- Me temo que no, pero parecía un mensajero real... Un mensajero de Montsognir
- Y... ¿Qué dice? ¿Tenemos que ir a Montsognir?
- Mmm... Más o menos -Suspiró- Lean
Goll Dusdak:
Ojalá no sepas quién soy, por lo menos hasta que termines de leer esta carta... Estoy en peligro de muerte, y si me pasa algo, vas a sufrir más que yo. No quiero que nos pase nada a ninguno de los dos. No sé si te acordás de este poema, pero es la única pista que tengo para que me encuentres sin saber quién soy:
"Gris es la luna, si vos no estás
En Ignis te espera, una montaraz
No es alta ni azul...
Ni maga del Gul...
Pero si algo te pasa,
Allí la encontrarás"
- Y... ¿Qué es "El Gul"? -Preguntó Thof
- Un clan de magos... Es de Ignis, ¿pero qué necesita de vos una ignita? -Dijo Íewen pensativa- Además, si dice que no es alta: no es una Molok. Si dice que no es azul: no es elfa oscura. ¡Pero no tiene coherencia que te diga que es una montaraz y después que no es una maga!
- Si la tiene -Le contradijo Goll- No es de Ignis... Me espera allá porque es más seguro...
- ¿¡Más seguro!? ¿Más seguro que qué?
- Los puentes de Pinos están serrados. Si alguien trata de pasar por ahí será aniquilado por los guardias que mandó Baldrik. Ignis le está prestando mucha más atención a Alsius que a Syrtis, por lo tanto, es fácil cruzar los puentes blancos.
- ¿Es syrtense? ¿Cuándo la conociste? -Thof creía saber todo de su amigo, pero no se enojaría porque olvidó decirle un secreto.
- Fue hace mucho tiempo... Me había enamorado de ella creyendo que era Nordo. Ella ya sabía que yo era alsirio, pero no quería lastimarme...
- Uy... Volvió el chico romántico de su interior -Se rio Thof.
- No, la descubrí yo. Fue muy cruel dejarla como la dejé -Volvió a suspirar- Cuando me di cuenta de que era syrtense sentí asco...
- ¿Asco de qué tipo?
- Sentía asco de mí, asco de haberla dejado entrar a las murallas alsirias, asco de haberla tenido tan cerca y no matarla...
- Y... ¿Qué le hiciste? -Preguntó Íewen, que a diferencia de Thof, estaba más interesada en el tema.
- Le grité, la herí, y la dejé en medio de Ignis... Igualmente, creo que la herí más por dentro que por fuera...
- ¿Le pegaste? -Gritó el otro Nordo, quien se preocupaba mucho por las mujeres.
- La empujé con intención de tirarla al suelo y calló por un barranco... Desde ese día nunca lo volví a ver.
- Así que necesitas ayuda con una chica, ¿eh? ¡Yo estoy a tu dispocición! No te preocupes que no va a salir más que unas 10.000 moneditas...
- ¡Por ella pagaría un millón!
- ¿Seguro? ¡Bueno, si insistís! Total, a mí no me molesta que me pagues de más. Después de todo, somos amigos, ¿no?
Intermedio.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario