Día dos: Enket Dor
- ¡Al fin llegaron!
- Tampoco tardamos tanto -Gruñó el enano.
- Bueno, ahora ponganse todos al lado mío -Dijo la maga. Todos la obedecieron- Indestempus
Una burbuja roja violácea los envolvió y todo lo que había quedado afuera estaba más duro que una roca.
- ¿Qué pasó? -Preguntó Thof
- Se paró el tiempo -Contestó Íewen- Ahora alejense.
Como hace unos minutos, todos hicieron caso y se corrieron a unos metros de ella.
- ¡¡¡EXPLOSIÓN DE MAGMA!!! -Gritó sacudiendo su báculo y haciendo que una bomba de lava estallara en la tierra
- Al fin algo que conozcoooooooooAAAAAH!!! -Todos cayeron a una especie de túnel junto la tierra que hace un rato estaban pisando.
- Lo sabía... -Aseguró la Norda- Esto es una especie de gigante que hace túneles bajo tierra para tomar a los alsirios que van al Valhalla. Fue el que tomó a Gasser y a Gosfer.
- ...Por eso la tierra estaba tan devilitada -Dijo Goll- . Porque este ser estaba haciendo túneles bajo el Valhalla.
- Yo digo que sigamos el camino -Todos miraron al enano sorprendidos
- Tiene razón -Dijo alguien detrás de ellos- No hay otra salida
Cuando se dieron vuelta pudieron ver a un Utghar brujo con un extraño báculo en la mano.
- ¿Quién sos? -Preguntó Thof intrigado
- Es un brujo muy sabio, estuvo en La Jihad.
- Gracias por la presentación -Miró a la princesa- Alavada sea, Dusmirild
- ¡¡¡!!! -Se habían olvidado de que estaba ella ahí.
- ¿¡Dusmirild es su nombre!? -Comenzó el enano- ¿De dónde la conoce?
- Leo mucho... -El petiso lo fulminó con la mirada- Y, ¿puedo preguntar qué hace acá?
- Es una laga historia, no querrás oirla -Dijo Livh salvando a todos y a ella misma.
- Es verdad, no hay mucho tiempo antes de que vuelva nuestro querido amigo, el gusano... -Todos miraron al Utghar incrédulos- Ahora, siganme por favor.
El camino subía y bajaba, se veía sangre en las paredes de algunas zonas. No era un sitio muy agradable.
- Thorkul existe desde antes que los enanos y los Nordos se unieran... Fue la primer criatura nigromante de los elfos oscuros cuando fueron desterrados de Syrtis.
- ¿Y por qué está en Alsius entonces? -Preguntó Íewen.
- Esperá que no voy ni por la mitad... Un Alturian encontró un libro de hechizos mentales oscuros y consiguió lo que necesitaba: el hechizo "Dominio de la Voluntad". Cuando le contó su idea de controlar a Thorkul para ponerlo en contra de los ignitas al rey, lo acusaron de nigromante. Como lo habían desterrado de Syrtis y no podía volverse ignita, decidió unirse a los Nordos. Los sorprendió con sus habilidades para curar y para controlar seres. Lo primero que hizo para que lo aceptaran fue controlar un lobo y hacer que este se pelee con otro. Luego hizo que se noquearan para que, al despertar, estos no les atacaran. Todas las noches leía la página de "Dominio de la Voluntad" del libro que había tomado -Goll le echó un vistazo a la maga- para que cada vez pudiera controlar seres más grandes e imprecionar a los Nordos. Cuando llegó a controlar a Thorkul, estos lo nombraron su líder y capitán. Todas las órdenes las daba él. Estaba tan orgulloso de haber podido manejar a un ser tan poderoso como un dragón y gobernar una civilización que se había olvidado de lo que pasaría si un ignita se diera cuenta. Una vez que los Nordos se unieron con los enanos, un maestro nigromante controló al gusano e hizo que destruyera la antigua ciudad de los bajos. Los ahora alsirios le dieron el peor de los castigos al Alturian... Hicieron un trato con el elfo oscuro, el cual consistía en que ellos le daban al syrtense y él dormía a Thorkul.
- Funcionó, ¿no? -Se intrigó Khor, a quien no le agradó mucho la historia del Alturian.
- Sí. Pero parece que ha despertado un poder por el Valhalla tan grande, que hizo despertar al gusano... ¿Alguien sabe de qué se trata?
- Yo conocí a una mujer muy poderosa que le encantaban los lugares bajo tierra. Hace mucho que no la veo, creo que murió
- ¿Era nigromante? -Preguntó Torg.
- Si te referís a si era de Ignis, sí... Pero, actualmente, conozco a una persona que es muy poderosa... Tal vez más que esa ignita -Íewen bajó la cabeza. sabía que se trataba de ella. Goll siempre trataba hablarle de eso, pero nunca podía hacerlo sin sonar agresivo.
- Sé de quién se trata -Afirmó el Utghar.
- ¡A ver! -Gritó el competitivo de Thof.
- Alsiria, Norda, hechicera de los caballeros del norte, muy amiga de ustedes por lo que veo y siempre lleva un libro de magia antigua guardado en su túnica, ¿o me equivoco? -El caballero fulminó al brujo como había hecho el enano hace unos minutos.
- No, no se equivoca -Habló la maga- Tomé este libro de la biblioteca de mi madre hace mucho tiempo... Lo leo desde que era muy chica.
- Te escuché haciendo un hechizo de ese libro y me imprecioné lo suficiente como para preguntarte quién se lo dio a tu madre.
- Ella murió cuando yo era muy chica. Sólo sé que su maestro era un elfo de Syrtis llamado Evendim
- ¡¡¡...!!! -Snowflake había quedado mudo, su sorpresa era tal que sus ojos habían quedado clavados en la boca de la jóven Íewen- ¿¡E-Evendime decís que se l-llamaba!?
- Sí, no lo conocí. Murió antes que ella. Cuando yo todavía no había nacido.
- ¿Conocías a Evendim? -Preguntó Thof desconsertado.
- Evendim era un... un hechicero mentalista muy poderoso de Syrtis -Dijo Livh- De mis compañeros nadie llegó a conocerlo, pero el entrenador de brujo de Dohsim se retiró a la parte interior del reino al saber lo que había hecho con su magia.
- ¿Y qué había hecho?
- Todo esto me lo contó el que suplantó al anterior entrenador de brujo, Akasavut. Me dijo que luchó contra un elfo oscuro que se había vuelto loco. Había mutado su cuerpo con el de un Ígneo y triplicado su poder que ya era mucho. Murieron los dos a causa de un hechizo que usó Evendim. No me dijo cuál era, pero sí que era muy terrible y que inundó lo que ahora son las X de arena.
- Ellos volvieron por la misma razón que Thorkul... -Dijo Torg al volverle el habla- Un poder muy grande despertó en el gran continente de Ra. Evendim despertó donde había muerto, Daen-Rha donde se había transformado en un monstruo y Thorkul donde se había dormido.
- Pero, si Thokul está despierto... -Dudó Thof
- ¡¡¡PUEDE VENIR HACIA ACÁ EN CUALQUIER MOMENTO!!! -Gritó Khor.
- No, él sólo sale de su escondite cuando alguien utiliza un hechizo muy poderoso (es ciego creo) -Lo tranquilizó el Utghar- Su olfato rastrea maná.
- ¡Pero si yo usé un poder de Evendim!
- Los poderes inventados por Evendim no utilizan maná, son mentales... TODOS
- Usé "Explosión de Magma" también
- Tranquila, los hechizos que más atraen al gusano son los de Control de Maná, los de Nigromancia y los de Vida
- Está bien... ¿Pero que hacemos si alguien hace un hechizo de alguna de esas disciplinas en el Valhalla?
- ¿Hiciste o no hiciste el "Indestempus"?
- Sí, lo hice
- Ahora mejor quedemosnos callados y no utilicemos poderes que consuman o estén hechos de mucha maná... Necesitamos un rastreador para saber si hay monstruos cerca
- ¿¡Monstruos!?
- Algunos entran por los túneles al escuchar algo, y los que tienen suerte llegan hasta acá...
- Yo soy cazadora -Dijo Livh. Se agachó, agarró un poco de tierra y la olfatió- No hay monstruos cerca. Pero... De esta forma puedo rastrear al gusano
- ¿Eso nos serviría, Torg? -Preguntó Goll.
- Depende de lo que quieran hacer
- Originalmente queríamos saber por qué habían desaparecido Gasser y Gosfer, dos amigos nuestros... Pero si hay que cortar cabezas de gusanos feos, yo no me enojo -Dijo Thof.
Intermedio
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