lunes, 22 de diciembre de 2008

Parte dos - Día cinco

Día cinco: Seres inanimados.

- No está esa palabra en la primera parte del libro.
- ¿¡Primera parte!? ¿¡Todo este tiempo estuviste buscando en la primera parte del libro!?
- Tranquilo
- ¿¡Cómo querés que esté tranquilo!? ¡Ya deben estar muertos y vos ni siquiera empezaste la segunda parte!
- Señor Dikamin, ¡por favor! -Lo tranquilizó el enano.
- Esa mujer ya se debe haber ido...
- Pero él dice que sigue escuchando palabras extrañas
- Esto es un delirio -Dijo Torg sacándole a Soro el libro de Evendim- Busquemos en los al rededores, hay que encontrarla y...
- ¡Y matarla! Así terminamos con todo esto de una vez
- ¡¡CALLATE, ESTÚPIDO!! ¿¡No entendés que nosotros también estamos preocupados por tus amiguitos!?
- ... -Sin decir nada, Thof se dio vuelta para mirar al ignita- ¿Ermerold Dus Ger?
- Og... Fisduk
- ¿¡!? -El caballero quedó paralizado al escuchar lo que decía el elfo oscuro- Dice que... Dice que escucha gemidos...
- Imbil Fisduk -Completó
- Llantos de mujer
- ¿Llantos de mujer? -Se extrañó Khor.
- Sí -Respondió Torg pensativo.
- Debe ser Íewen -Se ilusionó el Nordo.
- O la señorita Livh
- O Leesa -Terminó Snowflake.

Todos daron su vista con él. Extrañados, le preguntaron quién era Leesa. ¡Hasta el ignita! El único que no estaba interesado con lo que había dicho el Utghar era el syrtense.

- ¿Eh, Torg? ¿Quién es?
- Creo que ella... Creo que ella es la que está causando todo este lío
- ¿Leesa se llama?
- ¡¡Leesa!! -Gritó el ignita. Esta vez el tirador si se dio vuelta.
- ¿Vermeget "Leesa"? -Preguntó
- ¡Leesa Lipkit! ¡¡Undeg Nimuth!
- ¿¡Undeg Nimuth!?
- ¿Qué están diciendo?
- ¡Ey! -Le gritó Thof al elfo oscuro.
- Fik munth Leesa Lipkit Ind... ("Conozco a Leesa Lipkit") ...Inmurdek Les Tuth Boodler ("Se encerró en una biblioteca y nunca más volvió")
- ¡Leesa Lipkit! ¡¡Es la de mi sueño!!
- Es lo que trataba de decirte -Dijo Torg con poca paciencia- Escuchen, Leesa Lipkit vivía muy tranquila en un lugar llamado "Aguas Profundas". Un día volvió a Ignis. No recuerdo qué pasó que se encerró en una biblioteca. ¡Se volvió loca!
- Loca... ¡¡Pero yo la conozco!!
- ¿¡QUÉ!? -Gritaron todos

El Nordo desmayó. Todos se abalanzaron para ver qué le pasaba...

- ¡¡Soltame, maldito orejudo!!
- ¡Silencio, me estorbás!
- ¡¡AAAAGH! -Thof mordió el brazo del elfo que lo había atrapado
- ¡¡AAAAAUUU!!
- ¡Al fin!

Le clavó su lanza y se hechó a correr. Se encontró con muchos elfos más. Todos armados con arcos o báculos. También había semielfos y Alturians allí.

- Bien, si quieren jugar "Todos contra Thof" no hay problema -Le puso una gema violácea a lanza y la tiró a los pies de los syrtenses- ¡Que sean felices!

La gema explotó, matando a todos los de su al rededor.

- Jeje, soy peligroso en las tierras verdes, amigos... Les recomiendo NO acercarse mucho. Pero me encantaría que lo hagan, jeje... ¡Hoy comemos ensalada de cena!

Una roca le cayó encima. Haciendo que se debilite bastante. Vio una luz envolviendolo. Se sentia más fuerte. Se paró y mató a todos. Cuando ya estaban todos en el suelo, los contó. Había dos que él no había asesinado.

- Denada -Se escuchó de atrás.
- ¿Quién...? -Una elfa oscura de pelo blanco se presentaba al lado de un árbol
- Leesa Lipkit
- ¿No temés que te mate?
- Sinceramente sí... Espero que me devuelvas el favor y no lo hagas..
- Mmm... La próxima vez que nos encontremos, vas a ser puré de tomate
- Entonces, allá nos veremos... -Dijo sonriendo.
- Allá nos veremos...
- Despertá... Despertá... ¡¡Thof, despertá!! -Una piña de parte del enano hizo que el Nordo recobrara el sentido
- ¿Está bien, señor Dikamin? Perdone si le golpeé muy fuerte
- No... No hay problema
- ¿Qué te pasó?
- Tuve algo... Algo similar a un sueño, no sé...
- En verdad... ¿Conocés a Leesa Lipkit? -Preguntó el Utghar.
- Sí, me salvó... Me curó una vez que estaba luchando contra unos syrtenses.
- ¿Estabas solo?
- Sí... Acabo de recordar lo estúpido que era -Se dijo- Bueno, eso ya es otro tema...
- ¿Tenía aspecto pacifista?
- Sí, ¡demasiado pacif...!
- ¡¡Ekmerold Ger!! ("¡Escuché algo!") -Gritó el ignita.
- ¿Kua? ("¿Qué?")
- Ikimenthos ("Pasos")
- ¿Kond? ("¿Dónde?")

El elfo se paró y comenzó a caminar hacia una pared. La señaló y luego miró a Thof

- Khor, Torg, Soro... Según nuestro amigo nigromante se escuchan pasos atravez de est...
- ¡¡¡UERTHIK!!! ("¡Cuidado!") -Gritó tirando al alsirio hacia atrás.

La pared se hizo pedazos. El culpable fue ni más ni menos que Thorkul. Detrás del enorme gusano, una figura encapuchada de manos azules caminó hacia ellos riendo como una desquiciada.

- Está loca -Murmuró Torg para sus compañeros- No le hagan caso a lo que dije.
- No hace falta tener buen oído para escuchar eso, Snoflake... -Dijo sin parar de reir.
- Yo recuerdo... -Dijo Thof- Que una vez yo estaba luchando contra muchos syrtenses...
- Indefenso como un pobre oso al que se le perdió la madre, sí sí, recuerdo...
- ¿Indefenso como un...? ¿¡Pero qué estás diciendo!?
- Estabas solo. ¿o no?
- Sí, ¿y?
- Te salvé la vida porque soy una buena persona
- ¡Porque ERAS una buena persona! -Corrigió el alsirio.
- Ahí tenés... ¿Ven? Todos me tratan de mala persona... -Se veía su sonrisa maliciosa- Sólo los inteligentes entienden

Levantó las manos como señalando a Thorkul

- Ese horrible gusano está siendo forzado... -Dijo Soro- Siempre lo fue. Podría deshacer el hechizo que estás haciendo, "Dominios de la Voluntad"... Pero sería un completo suicidio
- Elegí vos... ¿Querés morir gracias a mí o gracias a Thorkul? Lamento decirte que no existe otra opción
- ¡Sí la existe! -Gritó Khor
- A ver, ¿cuál es?
- ¡¡¡NINGUNA!!! -El enano salió corriendo con el hacha hacia ella.

El ignita y Soro se miraron. El bárbaro desapareció. La mujer, confundida, trató de hacer un escudo... pero fue en vano.

. . .

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