Capítulo cinco: "El tema de Syrtis".
- Y ahora... ¡Livh Sínmarin!
Los gritos invadían la taberna... ¿Y qué sino? ¡El Emporio de las Bailarinas tenía una gran cantante!
La canción no fue tan larga. Ese día no podía cantar más que una, ya que venía alguien más después que ella.
- Bien... Ahora viene un invitado especial... -Dijo el tabernero- Él tiene una canción llamada "El tema de Syrtis" y la va a cantar ahora para todos nosotros
La semielfa se fue a sentar. Un Alturian con una roja cabellera llegó con una guitarra.
- No puede esperar... -Comenzó la canción. Pero ella no pudo seguir escuchando...
En la puerta de la taberna estaba su hermana, quien le hacía señas para que la siga. De malhumor, la cazadora agarró su arco y salió.
- ¿Qué pasa?
- Pasa que te tengo que contar algo muy importante... Si querés después podés volver...
Las hermanas se dirigieron a las afueras de Raeraia, en la Frontera Norte
- ¿A dónde me vas a llevar?
- A la cosa de Rhy, nadie puede verlo
Al llegar a la playa, la semielfa pronunció una palabra extraña que le sonaba bastante a Livh... "Evendim". Luego de esto, un fantasma con una armadura nunca antes vista y una espada impresionante apareció de la nada.
- Minliev Sínmarin... Vos me invocaste y ahora voy a hacer todo lo que vos me digas -Se escuchó una grave voz.
- ¡Guau!
- Me dijo el sabio de mi pueblo que nunca pronuncia esta palabra...
- ¡Qué raro! Está buenísimo
- Les agradezco mucho por haberme liberado de mi sueño eterno
- ¿Sueño eterno?
- Les agradezco mucho... ¡Por revivirme!
El fantasma puso su mano cerca de sus caras y de ella salió un viento frió y helado, el cual las congeló a ambas. El horrible espectro estaba apunto de clavar su espada en el hielo, para destruirlas en pedazos cuando se escuchó un canto que decía... "¡Syrtis! Aguantemos el puente.... ¡Syrtis! Tiradores al frente..."
Era el Alturian pelirojo que había tocado en la taberna. Lanzó dos hachas arrojadizas al supuesto Evendim y lo llamó "Fantasmita". Este salió corriendo hacia él, quien escapó con el espectro persiguiéndole.
Estuvieron casi toda la noche así, hasta que un brujo se encargó de descongelarlas.
- ¿Están bien? -Les preguntó.
- Sí, sí... Gracias
- ¿Qué les pasó?
- Un... Un amigo nos congeló para... -Trató de inventar Minliev.
- Bueh, no importa... Traten de tener más cuidado la próxima vez -Dijo alejándose.
¿Qué le habrá pasado a ese tal Luca? se preguntaba Livh ¿Seguirá vivo?. El tiempo pasó y ella ya no se dedicó más a cantar en El Emporio... Un día, la hermana le dijo que había investigado en libros hechizos para olvidar... Evendim la perseguía en sus sueños y la volvía loca. Quería olvidarse de él, quería olvidarse de su nombre.
Una noche lo hizo... Fue a Stonehenge y llamó a Evendim. Luego, pronunció el hechizo... El cual salió mal. Evendim desapareció, sí... Pero Minliev olvidó todo. Fue en ese momento cuando unos ignitas salieron de detrás de las rocas. Comenzaron a gritar cosas extrañas y trataron de atrapar a Minliev, pero Livh se los impidió. Terminó muy lastimada, pero no se llevaron a su hermana, quien había desmayado. La llevó a su casa, en Dohsim, y fue a Ignis.. Parecía suicida, pero no era así. Ella buscaba venganza, y creía que matando a los ignitas que la atacaron la conseguiría. Los encontró, y esta vez si lograron secuestrarla... La venganza sería dentro de varios años, durante las dos guerras...
Eran cinco Esquelios y tres elfos oscuros, todos magos... El Esquelio que lideraba le sonaba bastante. Una vez que consiguió escapar, no lo volvió a ver... Hasta varios años después, cerca de la cúpula de Ignis.
Fin de la parte tres.
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