sábado, 24 de enero de 2009

Parte cuatro - Día cuatro (Segunda parte)

Día cuatro - Segunda parte: El vuelo de la avispa.

- Alguno de ustedes... ¿Alguno de ustedes sabe qué es La Infraoscuridad?

- Mmm... Qué mareado estoy... ¿Dónde me encuentro? -Se preguntaba el mago mirando hacia todos lados: negro
- Es inútil, humano... No vas a poder ver nada en este lugar... -Se escuchó una voz ronca- Te encontrás en La Infraoscuridad
- ¿Qué diablos es eso? -Se sentó sosteniéndose la cabeza con la mano izquierda.
- ¿Querés ver? ¡Jaja! Seguime... -Le dijo la voz- Seguime...

El mago se encontró en un mar de luz que lo cegó. Estaba en la arena de un coliseo. Miró a sus al rededores, en las tribunas había montones de enanos y unas criaturas repugnantes con forma de calamar. Su oponente era un humano escuálido y bastante débil, por lo menos a simple vista. Su armadura se le resbalaba de lo flaco que era y ni siquiera podía levantar la espada que sostenía con las dos manos, arrastrando por el suelo.

- ¿Tengo que pelear contra esto? -Se lamentó. Su mareo había terminado...

Luego de acabar con varios hombres, se encontró con uno difícil... un brujo, no parecía nada del otro mundo, pero él estaba muy cansado. Lo venció en poco tiempo.

Ese día fue el más extraño de su vida, hasta ese momento... Al siguiente, su oponente fue un bárbaro. Este no era deprimente ni mucho menos, demostraba dureza y, sobretodo, un toque de "sangre enana" aunque seguro se enfurecería seriamente si se lo decía.

Luchó contra él, quien ni siquiera pudo tocarlo... Luego apareció una elfa oscura maga... "¿Quién es?" pensaba "Me suena de alguna parte..."

. . .

- ¡AH! -El grito interrumpió la intriga de la pregunta.
- ¡Roldier, Ukinthergath! ("¡Despertaste!")
- ¿Leesa? ¿Leesa Lipkit?
- Og, og... ("Sí, sí") -La elfa parecía muy emocionada, tal vez porque se había liberado de contestar la pregunta que ella mismo había pronunciado.
- ¿Gi Daajka? ("¿Estás bien?") -Preguntó Juzal
- ¿¡Kue Erk Vonkuth!? ("¿¡Quiénes son estos!?") -Gritó el esquelio exaltado- ¡Ine Keeleed! ("¡Vos deberías estar muerta!")
- ¿Te molesta que no sea así? -Dijo la hechicera con un tono de amenaza en la voz.
- ¡Por supuesto que no! -Todos quedaron sorprendidos- ¿Te creías que yo no puedo responder esa pregunta?
- ...
- ¿Así que hablabas alsirio, maldito rojo? -Dijo Thof bastante enfadado- Sólo es un pobre diablo que se cree que lo único que quiere el rey ignita es a su preciada hija
- No me vallas a decir que no es así -Se paró y enfrentó a Thof, quien era bastante más alto- ¿Qué harías si unos ignitas o unos syrtenses secuestran a tu hija y luego te das cuenta de que junto a ellos había alsirios?
- ¿Te creés que lo único que pasó fue eso? -El caballero, habiendo sido él el que la secuestró, se hizo cargo- Amablemente pregunté si podía raptarla y ella respondió "Por supuesto, caballero del norte"
- Maldito idiota -Murmuró el ignita.

El alsirio le presentó su puño al mago y luego dijo "Y su nombre es Dusmirild... no princesa"

- Creo que te pasaste -Le dijo Goll en voz baja
- Pensaba terminar acá, pero depende de cómo raccione -Soltó al supuesto Roldier.

Un rato después, cerca de la cúpula ignita (18:45, sol poniente)

- ¿Qué hicieron con los demás? -Le preguntó a Juzal, mientras Leesa veía con cara de pena cómo le había quedado la cara.
- Creo que Khor les cortó la cabeza...
- ¿Khor? ¿Ya los llamás por su nombre? -El brujo se encogió de hombros al escuchar esas palabras de su compañero- ¿Por qué abandonaste a los magos del Gul?
- ¡No los abandoné! Estaba cazando en Syrtis cuando de repente se partió el suelo.
- ¿Tan gordo estás? ¡Hablo en serio!
- ¡Yo también hablo en serio!
- Roldier, Juzal... -Interrumpió Leesa- Nadie abandonó a los magos del Gul
- ¿Y cómo apareciste así?
- Fue el espíritu de Daen-Rha... Trata de invadir las mentes de los hechiceros más poderosos para que lo revivan
- ¿Y ellos? -Señaló a los demás.
- Los días ya no son como antes... -Suspiró ella- Hay muchos problemas y todos relacionados entre sí... La hermana de ella es la invocadora syrtense y los ignitas la quieren secuestrar... La princesa es la invocadora ignita... Ella es otra de las hechiceras más poderosas... Todos queremos encontrar al invocador alsirio para protegerlo... Él no sabe quién es ni de dónde viene... El tiempo cambió, los vientos ya no están a favor de nadie
- Sí -Se escuchó una voz detrás de ellos- El viento está a favor de Syrtis...
- ¿De Syrtis? -Se extrañaron los ignitas.
- Vingüet desapareció y dudo que no halla sido intencionalmente... Al estar tan concentrados en la guerra entre Ignis y Alsius, Syrtis ganó ventaja... Seguro, la orejuda va a buscar a la hermana de Livh -Señaló a la semielfa- y su padre se ocupará del resto.

Intermedio

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