Un fuerte golpe con la espada lo noqueó. Ella hizo venganza pegándole un "baculazo". El otro salió directo hacia el brujo, quien le pegó una brusca piña en el estómago. Ella lo apuntó al bárbaro y él al caballero. El chico, medio atontado por el golpe, se paró con ayuda del joven hechicero. Ambos miraron para atrás, pero con lo único con lo que se encontraron fue con dos espadas y dos caballeros.
- Livh, traducinos todo lo que digan -Pidieron los Nordos. la siguiente conversación fue hablada en syrtense:
- ¿Quienes son y qué hacen por acá?
- ¿¡Cómo!? ¡Nosotros deberíamos haber preguntado eso! -Se quejó el Alturian que podía hablar, acariciándose la cabeza por el golpe de Íewen.
- ¿No les extraña que esté con ellos? -Preguntó. Jean-Luc la miró extrañado.
- ¿Qué les importa eso? ¡Preguntale lo que nosotros queremos saber! -Dijo.
- ¡Eso es algo que yo quiero saber!
- Los syrtenses ya estamos acostumbrados a traiciones... Aunque es raro que estés con alsirios.
- ¡Esto no es contra Syrtis, ni contra Alsius, ni contra Ignis! De nosotros, la única que no lo pudo entender fue Vingüet
- ¿¡La princesa!? -Se exaltó.
- De diez y seis personas sólo una no pudo entenderlo... ¡Hasta Dusmirild, la princesa ignita está con nosotros!
- ¿¡Qué!?
- Mientras nosotros discutimos inútilmente acá, miles de vidas mueren en vano en la guerra de Alsius contra Ignis y simplemente ¡porque el rey ignita está loco! Él quiere a los tres invocadores para utilizarlos... Ya no es cuestión de venganza
- ¿¡De qué hablás!? -Livh agarró fuertemente su cuello con la mano que no sostenía el arco
- ¡De que el rey ignita quiere destruir Alsius para luego acabar con Syrtis más rápidamente!
Esta vez, todos los que la entendieron se extrañaron.
- Por suerte, nosotros tenemos a la invocadora ignita y al alsirio y la syrtense está en Dohsim... -Dijo soltándolo- Ahora... ¿Quienes son y qué hacen acá?
- Yo soy Hao y él Luca... Vinimos a buscar refuerzos para la guerra en Eferias. Pero, al verlos, como todo syrtense, decidimos atacarlos.
- Bien... Tienen dos opciones: Unirse a nosotros -Jean-Luc no entendía nada- o morir.
El bárbaro levantó la mano haciendo con los dedos el número uno.
- Está bien... Nos unimos a ustedes, pero sigo sin entender para qué están acá si no es para matar syrtenses.
- Ellos van a ocuparse de hablar con el rey -Señaló a Íewen y a Thof
- Nuestro rey es leal, no habla un idioma que no sea syrtense.
- Bueno, la princesa y yo traducimos
- ¿La princesa?
- ¡Sí, la princesa! Nosotros vamos a buscar a mi hermana, la invocadora de Syrtis y cuando le hagamos recordar cómo invocar...
- ¿Lo olvidó?
- ¡Olvidó todo, ahora silencio! -Los alsirios escuchaban los gritos de la semielfa y se preguntaban qué estaba diciendo- Y cuando le hagamos recordar cómo invocar vamos a hacer un ataque sorpresa hacia Ignis
- ¿Y sus compañeros ignitas lo van a aceptar?
- Fue idea de una de ellos. Ahora, decidan... ¿Van con ellos o con nosotros? -Preguntó.
Un rato después, en el pueblo de Dohsim (17:00, sol poniente).
- Buenos días, Clei -Saludó Livh- ¿Tenés idea de a dónde vive Minliev Sínmarin?
- Al lado de la entrenadora de cazadores, Amanyar... -Dijo aterrado, ya que Goll lo amenazaba con la espada. Los guardias ya habían muerto- Está del otro lado del puente al este.
- Gracias
- ... -El bárbaro trató de hablar, pero olvidó que era en vano. Le tocó el hombro a Torg
- ¿Mmm?
- ¡...! -Se señaló la boca.
- Uf... -Simplemente movió un poco el báculo, y el syrtense recuperó su voz.
- ¡Uy, al fin! -Miró a sus al rededores.
Tocaron la puerta, una semielfa bastante parecida a Livh abrió la puerta.
- ¿Quienes son ustedes?
- Soy Livh, tu hermana... ¿Me recordás?
- Mmm... No, pero aún así te creo. Te parecés mucho a mí -Miró a Torg y puso cara de asco- Nunca antes había visto a un ser así... ¿Qué hace con túnica? ¡Jaja, se ve ridículo!
- ¿...? -El Utghar se miró a si mismo. No estaba tan mal
- Él es un Utghar, no es un monstruo o algo así... Es una persona
- ¿Habla?
- Sí, pero en otro idioma... Al igual que ellos -Señaló a los alsirios.
- Mmm... ¿Para qué vinieron?
- Vos sos la invocadora de Syrtis... -Comenzó a explicar la cazadora- Como si fueras una conjuradora, pero en vez de conjurar un lich, un zarkit, un golem o algo así, conjuras un fantasma con armadura y espada que hace magia llamado Evendim... Hay uno en cada reino
- ¿Un Evendim o un invocador en cada reino?
- Un invocador... Vos sabías perfectamente como hacerlo, pero hiciste un poder para olvidarlo... Te salió mal, porque no sos maga ni nada parecido, entonces olvidaste todo... Este chico -Señaló a Soro- Sabe un hechizo para que te acuerdes todo...
- ¿Y funciona? ¿No me va a pasar nada malo?
- No -Afirmó Livh. Luego bajó la voz y se dirigió al jovevn hechicero, en alsirio:- No le va a pasar nada, ¿no?
- Nada malo -Contestó.
El chico agarró el báculo y la apuntó. Estaba apunto de hacer el hechizo cuando esta agarró el báculo. Tenía más fuerza que Soro.
- ¿Y si no es verdad? ¿Y si lo que quieren hacer es matarme o algo parecido?
- Soy tu hermana, nunca haría algo así...
- ¿Y si ellos te hipnotizaron para que yo te crea? ¿Y si lo que quieren es hipnotizarme a mí también?
- ... -Livh miró a los demás.
- ¡Ya! -Luca parecía apurado, agarró del brazo a Livh y le apuntó con la lanza- Si no te quedás quieta la mato
- ¡No la mates! No sé si es mi hermana... -La pobre semielfa se agarraba la cabeza, estaba muy mareada.
- Está bien, si no parás de moverte te mato a vos -Y le apuntó a ella.
La chica se quedó paralizada. Cuando Soro hizo el hechizo, ella desmayó.
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Se sentía como si estuvieras bajo al agua, sólo que podías respirar... Era muy extraño. Parecía eterno, pero en realidad no había pasado más de un segundo. Así que esto es teletransportarse... se decía el caballero ...Y pensar que los elfos ya están acostumbrados. Es muy extraño, no es incomodo. Se siente mejor que cruzar una enorme puerta y un par de puentes... - ¿Thof, estás bien? -Preguntó la hechicera.
- Sí -Asintió sonriente.
- ¿Qué te pasa?
- No, es que nunca antes me había teletransportado... Es interesante.
- Bueno, vamos...
- ¿Interesante? ¡Estos alsirios están locos! -Dijo Hao, sorprendiendo a los Nordos.
- ¿Hablabas alsirio?
- Sí, ¿algún problema?
- "El rey es leal, el único idioma que habla es el syrtense" -Rió él- Al parecer, vos no sos tan leal
- ¡Grrr!
- Dejalo, Thof -Dijo ella agarrándole el brazo- ¡Vamos!
El reino interior de Syrtis era impresionante, mucho más bello que la zona de preparación... A lo lejos se veía un enorme complejo, mucho más grande y bello que Eferias. Comenzaron a caminar hacia allí. Lo peor se aproximaba...
Fin de la parte cuatro.
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