Parte cuatro: Los Invocadores y la predicción de los dioses ignitas.
Era una bella escena... Thof estaba recostado en el verde pasto al lado de Íewen, mientras Goll y Livh estaban sentados en una enorme roca de la mano. De repente, los dos caballeros preguntaron al mismo tiempo: "¿Qué pasó?".
El chico no se dio vuelta al notar la presencia de la ignita, simplemente preguntó qué quería.
- Saber por qué te fuiste
- Creí que lo sabías
- Sé mucho, pero no todo
- ¡¡Gak!! -El hombre volvió a tenzar el arco.
- ¿¡Ven Emvessil Men!? -Gritó Jean-Luc revoleándole la daga que iba a utilizar para matar al Utghar si hacía falta.
- ¿Quién es, de dónde viene y qué quiere? -Preguntó el príncipe amablemente.
- Soy Norggak, de Allahed, mucho gusto
- ¿De Allahed? -Se extrañó- Mmm... ¿Para qué viene?
- ¿Sabe muy bien que Allahed es de Ignis, cierto?
Esta noche hablaremos con Hammerstriker. Ojalá que lo encontremos al invocador.
¡Sí, voy a capturar mi primer fuerte! Va a ser grandioso, con ayuda de este bobo, pero bueno...
Mañana por la mañana, todos van a ser avisados del plan. No puede fallar.
Mmm... Ojalá que sea muy importante. Ya se está haciendo de noche, el rey odia que lo despierten tan tarde.
¡Jaja! Que ingenua que es... Se cree que caí en su trampa. Es obvio que ella escapó... Debe tener alguna razón... Ojalá que esos estúpidos la traigan viva.
- Brujos... -Murmuró él- ¡También conjuradores! -Dijo al ver luces y sonidos típicos de los hechizos de curación- pero ninguna flecha aún...
- Los días ya no son como antes... -Suspiró ella- Hay muchos problemas y todos relacionados entre sí... La hermana de ella es la invocadora syrtense y los ignitas la quieren secuestrar... La princesa es la invocadora ignita... Ella es otra de las hechiceras más poderosas... Todos queremos encontrar al invocador alsirio para protegerlo... Él no sabe quién es ni de dónde viene... El tiempo cambió, los vientos ya no están a favor de nadie
- Sí -Se escuchó una voz detrás de ellos- El viento está a favor de Syrtis...
- ¿De Syrtis? -Se extrañaron los ignitas.
- Vingüet desapareció y dudo que no halla sido intencionalmente...
- ¿¡Qué hacés!? -Le gritó el joven Nordo.
- Te salvo de una muerte segura -Le contestó bruscamente- A menos que quieras ir a aguantar Aggersborg.
- Mmm... Gracias, pero...
- Me sonás mucho, ¿tu padre estuvo alguna vez en Avalancha?
- ¡Eh, chico! -Gritó un enano cazador a lo lejos junto a un Utghar bárbaro- ¡Es él, es él!
- ¿Quién es él?
Ya estaban acercándose a Eferias... El cielo, mostrando la luminosa luna y las nubes negras que se aproximaban desde el sudeste predecía que esta guerra no iba a ser simple, o mejor dicho... estas guerras.
Al darse vuelta, un elfo oscuro con armadura plateada y negra, una larga capa roja y una reluciente corona sostenía un rapier de hoja color azul grisáceo.
Un fuerte golpe con la espada lo noqueó. Ella hizo venganza pegándole un "baculazo". El otro salió directo hacia el brujo, quien le pegó una brusca piña en el estómago. Ella lo apuntó al bárbaro y él al caballero. El hombre, medio atontado por el golpe, se paró con ayuda del caballero. Ambos miraron para atrás, pero con lo único con lo que se encontraron fue con dos espadas y dos caballeros.
sábado, 24 de enero de 2009
Parte tres - Antes ellos eramos así
Parte tres: Antes ellos eramos así
La primera vez que cruzaba la muralla...
Él la protegió como si fuera una de los suyos...
Pero ella no era más que una vil elfa oscura...
Que una vil elfa oscura...
Estuvo persiguiéndola por toda la Zona de Guerra...
Sólo para encontrarla y protegerla...
Pero ella no era más que una vil elfa oscura...
Que una vil elfa oscura...
Molino, de viento
No, no, no parés
Molino, de viento
Puedo repararte
Muy triste es su historia, dice la leyenda del gran brujo
Cuando era joven nadie le prestaba atencion
Cuando su poder crecio todos lo adoraban...
Pero solo por su magnifico poder
Solo una joven se atrevio a quererlo...
Nadie lo podia creer
Cuando él pudo quererla como ella lo queria a él...
Su mas grande enemigo salio al ataque
El duelo mas grande de todo Ra, dice la leyenda del gran brujo
Frios son los vientos de este lado de la gran isla de Ra!
Preparen sus armas!
Firmes los rapieres, valientes los guerreros!
Justo en el blanco, fue un arquero!
Alsius, Alsius!
Grita su pueblo
Alsius, Alsius!
Frios son los vientos de este lado de la gran isla de Ra!
Baculos en alto!
Tormenta eléctrica, aca estan los brujos!
Vida, mana, cadaveres caminando junto a los conjuradores!
Alsius, Alsius!
Grita su pueblo
Alsius, Alsius!
Cuidado, elfos del bosque! Su magia divina y su gran punteria no nos hara nada
Porque somos Alsius, senores élficos!
Cuidado, elfos oscuros! Sus grandes poderes y su sorprendente fuerza no nos hara nada
Porque somos Alsius, senores élficos!
Alsius, Alsius!
ALSIUS!!!
Parte dos - En las entrañas de la tierra
Parte dos: En las entrañas de la tierra.
- Uf, ¿qué querrá ahora? -Se quejó Thof
- "Nos informó Gosfer... -Comenzó a leer Goll- ...que su hermano, Gasser, fue a la Isla de Cristal y no volvió. Fue a buscarlo hace unos días y sigue sin volver. Esto es muy extraño así que vamos a hacer una expedición. Lo ideal sería presentarse en el Descenso de Herulf, la próxima luna menguante cuando se pueda ver. Saludos desde Montsognir, el capitán Berderik Makihfer."
- Qué extraño, ¿qué les habrá pasado?
- Pero, si Thokul está despierto... -Dudó Thof
- ¡¡¡PUEDE VENIR HACIA ACÁ EN CUALQUIER MOMENTO!!! -Gritó Khor.
- No, él sólo sale de su escondite cuando alguien utiliza un hechizo muy poderoso
Una elfa oscura de aspecto pacífico. Junto a un elfo con hermosas alas de grifonita y un montón de ignitas. Ella aparece de repente en medio de una sala con una mesa y una biblioteca repleta de libros. Agarra uno y comienza a leerlo. Unos días después la pobre conjuradora no puede soportar sus frenéticos impulsos de asesinato. Grita por el dolor, grita por la locura. La pobre no puede... Al pasar el tiempo, sus delicados ojos de curandera se transforman en mortales ojos rojos de nigromante. Sus poderes ya no son de una profesión en especial. Su mente es pura y únicamente maligna y oscura. Detrás de ella, un gigantesco ígneo con armadura, un espectro con una espada larga y un horripilante gusano monstruoso se presentan listos para obedecer a su nueva ama. Con tal de conseguir la vuelta a la vida, Evendim y Daen-Rha siguen a la loca hechicera. Por el contrario, Thorkul sólo lo hace por instintos y a la fuerza. La única debilidad de la bestia, "Dominio de la Voluntad" es lo que usa la ignita para controlarlo.
Esa elfa... Se volvió completamente loca ¡Despertar a Thorkul, Daen-Rha y a Evendim! No puede existir un poder tan potente como para tal cosa se decía, Fue culpa de ese libro. Ella era pacífica cuando vivía en las tranquilas tierras de Aguas Profundas. Cuando volvió a Ignis y entró a esa biblioteca... Encerrada, sin comida ni agua, la oscuridad la fue invadiendo de a poco. Tal vez ya esté muerta y lo que queda de ella es nada más que su espíritu. ¿Pero por qué volvió en esta época? ¿Qué pasó que la despertó? Cuando llegue al final del túnel y me encuentre con ella... juro que me va a aclarar muchas dudas.
Ella se sentó a su lado. Esperando lo peor, no al gusano... A esa persona... A esa persona que la había agarrado, torturado. Fue salvada por un chico. No supo de qué reino era porque no habló. Cuando la tiraron en el agua, él hizo Terror de Sultar para espantar a los que la habían dejado ahí, debajo del Puente Blanco del pantano. La llevó hasta la muralla y ahí fue asesinado por los guardias... Seguro era ignita. La persona que la había obligado a rastrear a un alsirio... Era un Utghar, ya que aquella persona le había dado pelos celestes blanquecinos para encontrarlo... Era brujo, porque lo que buscaba era su poder... Era... ¿Era Torg? ¿Torg Snowflake?
- Los nuevos jugadores tendrán el placer de luchar contra los preferidos del público... -Se escuchó una fuerte y gruesa voz entre las demás- ¡¡Ujla y Usrrofh!!
- Qué chico más raro -Murmuró Torg. Vio una sonrisa risueña en la cara del elfo oscuro- ¿De qué se ríe, Thof?
- Elv Nack du "chico" srark
- Dijo que le causa gracia la palabra "chico"
- ... -Su oído es muy bueno pensó el Utghar
- No vuelvas a decir "No te importa", porque en este momento TODO me importa
- Tonto -Murmuró y siguió caminando.
- Denada -Se escuchó de atrás.
- ¿Quién...? -Una elfa oscura de pelo blanco se presentaba al lado de un árbol
- Leesa Lipkit
- ¿No temés que te mate?
- Sinceramente, sí... Espero que me devuelvas el favor y no lo hagas..
- Mmm... La próxima vez que nos encontremos, vas a ser puré de tomate
- Entonces, allá nos veremos... -Dijo sonriendo.
- Allá nos veremos...
El Alturian miró el cielo pronunciando la palabra "Munsser". Dusmirild se dio vuelta y le sonrió. Jean-Luc le respondió la sonrisa y se tiró en el suelo como habían hecho los demás... La primera sonrisa que le habían logrado sacar al tirador en todo el viaje, en las entrañas de la tierra.
- Uf, ¿qué querrá ahora? -Se quejó Thof
- "Nos informó Gosfer... -Comenzó a leer Goll- ...que su hermano, Gasser, fue a la Isla de Cristal y no volvió. Fue a buscarlo hace unos días y sigue sin volver. Esto es muy extraño así que vamos a hacer una expedición. Lo ideal sería presentarse en el Descenso de Herulf, la próxima luna menguante cuando se pueda ver. Saludos desde Montsognir, el capitán Berderik Makihfer."
- Qué extraño, ¿qué les habrá pasado?
- Pero, si Thokul está despierto... -Dudó Thof
- ¡¡¡PUEDE VENIR HACIA ACÁ EN CUALQUIER MOMENTO!!! -Gritó Khor.
- No, él sólo sale de su escondite cuando alguien utiliza un hechizo muy poderoso
Una elfa oscura de aspecto pacífico. Junto a un elfo con hermosas alas de grifonita y un montón de ignitas. Ella aparece de repente en medio de una sala con una mesa y una biblioteca repleta de libros. Agarra uno y comienza a leerlo. Unos días después la pobre conjuradora no puede soportar sus frenéticos impulsos de asesinato. Grita por el dolor, grita por la locura. La pobre no puede... Al pasar el tiempo, sus delicados ojos de curandera se transforman en mortales ojos rojos de nigromante. Sus poderes ya no son de una profesión en especial. Su mente es pura y únicamente maligna y oscura. Detrás de ella, un gigantesco ígneo con armadura, un espectro con una espada larga y un horripilante gusano monstruoso se presentan listos para obedecer a su nueva ama. Con tal de conseguir la vuelta a la vida, Evendim y Daen-Rha siguen a la loca hechicera. Por el contrario, Thorkul sólo lo hace por instintos y a la fuerza. La única debilidad de la bestia, "Dominio de la Voluntad" es lo que usa la ignita para controlarlo.
Esa elfa... Se volvió completamente loca ¡Despertar a Thorkul, Daen-Rha y a Evendim! No puede existir un poder tan potente como para tal cosa se decía, Fue culpa de ese libro. Ella era pacífica cuando vivía en las tranquilas tierras de Aguas Profundas. Cuando volvió a Ignis y entró a esa biblioteca... Encerrada, sin comida ni agua, la oscuridad la fue invadiendo de a poco. Tal vez ya esté muerta y lo que queda de ella es nada más que su espíritu. ¿Pero por qué volvió en esta época? ¿Qué pasó que la despertó? Cuando llegue al final del túnel y me encuentre con ella... juro que me va a aclarar muchas dudas.
Ella se sentó a su lado. Esperando lo peor, no al gusano... A esa persona... A esa persona que la había agarrado, torturado. Fue salvada por un chico. No supo de qué reino era porque no habló. Cuando la tiraron en el agua, él hizo Terror de Sultar para espantar a los que la habían dejado ahí, debajo del Puente Blanco del pantano. La llevó hasta la muralla y ahí fue asesinado por los guardias... Seguro era ignita. La persona que la había obligado a rastrear a un alsirio... Era un Utghar, ya que aquella persona le había dado pelos celestes blanquecinos para encontrarlo... Era brujo, porque lo que buscaba era su poder... Era... ¿Era Torg? ¿Torg Snowflake?
- Los nuevos jugadores tendrán el placer de luchar contra los preferidos del público... -Se escuchó una fuerte y gruesa voz entre las demás- ¡¡Ujla y Usrrofh!!
- Qué chico más raro -Murmuró Torg. Vio una sonrisa risueña en la cara del elfo oscuro- ¿De qué se ríe, Thof?
- Elv Nack du "chico" srark
- Dijo que le causa gracia la palabra "chico"
- ... -Su oído es muy bueno pensó el Utghar
- No vuelvas a decir "No te importa", porque en este momento TODO me importa
- Tonto -Murmuró y siguió caminando.
- Denada -Se escuchó de atrás.
- ¿Quién...? -Una elfa oscura de pelo blanco se presentaba al lado de un árbol
- Leesa Lipkit
- ¿No temés que te mate?
- Sinceramente, sí... Espero que me devuelvas el favor y no lo hagas..
- Mmm... La próxima vez que nos encontremos, vas a ser puré de tomate
- Entonces, allá nos veremos... -Dijo sonriendo.
- Allá nos veremos...
El Alturian miró el cielo pronunciando la palabra "Munsser". Dusmirild se dio vuelta y le sonrió. Jean-Luc le respondió la sonrisa y se tiró en el suelo como habían hecho los demás... La primera sonrisa que le habían logrado sacar al tirador en todo el viaje, en las entrañas de la tierra.
Personajes - Parte cuatro
Los Caballeros del Norte (Parte cuatro)
Dinleucci
Apellido: Se desconoce
Edad: 12
Reino: Ignis
Raza: Molok
Profesión: ---
Idiomas: Ignita, Antiguo idioma de los Moloks.
Apariencia: Su pelo es castaño oscuro. Tiene unas trenzas las cuales las acomoda adelante de los hombros. Sus padres hicieron que se pinte un tatuaje en forma de T debajo del ojo derecho y una semi O al rededor del izquierdo. Lleva ropa de arquero, pero lo único que sabe utilizar son las dagas arrojadizas.
Roldier
Apellido: Se desconoce
Edad:
Reino: Ignis
Raza: Esquelio
Profesión: Conjurador.
Idiomas: Ignita.
Kuntt
Apellido: Linvéreh
Edad: 15
Reino: Alsius
Raza: Nordo
Profesión Caballero
Idiomas: Alsirio
Apariencia: Su pelo es castaño oscuro. Tiene unos mechones de pelo que, aunque se los acomode, siempre terminan cayendo sobre su ojo derecho. Lleva armadura de aprendiz, ya que todavía no terminó su entrenamiento de caballero. Cuando Thof (quien lo entrena cuando se une a ellos) lo conoce le regala su armadura, incluyendo el escudo y la espada.
Jhill
Apellido: Linvéreh
Edad: 15
Reino: Alsius
Raza: Norda
Profesión: Bárbara
Idiomas: Alsirio
Apariencia: Su pelo es pelirrojo oscuro. Al igual que su mellizo, tiene unos mechones de pelo que, aunque se los acomode, siempre terminan cayendo sobre su ojo derecho. Lleva armadura de aprendiz, ya que todavía no terminó su entrenamiento de bárbara. Cuando Khor comienza a entrenarla para que pueda ser una poderosa guerrera le regala un enorme tridente que tenía guardado.
Vunkutt (príncipe)
Apellido: De Laferh
Edad: 18
Reino: Alsius
Raza: Nordo
Profesión: Caballero
Idiomas: Alsirio
Luca
Apellido: Se desconoce
Edad:
Reino: Syrtis
Raza: Alturian
Profesión: Bárbaro
Idiomas: Syrtense
Hao
Apellido: Asakura
Edad:
Reino: Syrtis
Raza: Alturian
Profesión: Caballero
Idiomas: Syrtense, Alsirio
Dinleucci
Apellido: Se desconoce
Edad: 12
Reino: Ignis
Raza: Molok
Profesión: ---
Idiomas: Ignita, Antiguo idioma de los Moloks.
Apariencia: Su pelo es castaño oscuro. Tiene unas trenzas las cuales las acomoda adelante de los hombros. Sus padres hicieron que se pinte un tatuaje en forma de T debajo del ojo derecho y una semi O al rededor del izquierdo. Lleva ropa de arquero, pero lo único que sabe utilizar son las dagas arrojadizas.
Roldier
Apellido: Se desconoce
Edad:
Reino: Ignis
Raza: Esquelio
Profesión: Conjurador.
Idiomas: Ignita.
Kuntt
Apellido: Linvéreh
Edad: 15
Reino: Alsius
Raza: Nordo
Profesión Caballero
Idiomas: Alsirio
Apariencia: Su pelo es castaño oscuro. Tiene unos mechones de pelo que, aunque se los acomode, siempre terminan cayendo sobre su ojo derecho. Lleva armadura de aprendiz, ya que todavía no terminó su entrenamiento de caballero. Cuando Thof (quien lo entrena cuando se une a ellos) lo conoce le regala su armadura, incluyendo el escudo y la espada.
Jhill
Apellido: Linvéreh
Edad: 15
Reino: Alsius
Raza: Norda
Profesión: Bárbara
Idiomas: Alsirio
Apariencia: Su pelo es pelirrojo oscuro. Al igual que su mellizo, tiene unos mechones de pelo que, aunque se los acomode, siempre terminan cayendo sobre su ojo derecho. Lleva armadura de aprendiz, ya que todavía no terminó su entrenamiento de bárbara. Cuando Khor comienza a entrenarla para que pueda ser una poderosa guerrera le regala un enorme tridente que tenía guardado.
Vunkutt (príncipe)
Apellido: De Laferh
Edad: 18
Reino: Alsius
Raza: Nordo
Profesión: Caballero
Idiomas: Alsirio
Luca
Apellido: Se desconoce
Edad:
Reino: Syrtis
Raza: Alturian
Profesión: Bárbaro
Idiomas: Syrtense
Hao
Apellido: Asakura
Edad:
Reino: Syrtis
Raza: Alturian
Profesión: Caballero
Idiomas: Syrtense, Alsirio
Parte cuatro - Día cinco (Segunda parte)
Día cinco: Segunda parte.
Un fuerte golpe con la espada lo noqueó. Ella hizo venganza pegándole un "baculazo". El otro salió directo hacia el brujo, quien le pegó una brusca piña en el estómago. Ella lo apuntó al bárbaro y él al caballero. El chico, medio atontado por el golpe, se paró con ayuda del joven hechicero. Ambos miraron para atrás, pero con lo único con lo que se encontraron fue con dos espadas y dos caballeros.
- Livh, traducinos todo lo que digan -Pidieron los Nordos. la siguiente conversación fue hablada en syrtense:
- ¿Quienes son y qué hacen por acá?
- ¿¡Cómo!? ¡Nosotros deberíamos haber preguntado eso! -Se quejó el Alturian que podía hablar, acariciándose la cabeza por el golpe de Íewen.
- ¿No les extraña que esté con ellos? -Preguntó. Jean-Luc la miró extrañado.
- ¿Qué les importa eso? ¡Preguntale lo que nosotros queremos saber! -Dijo.
- ¡Eso es algo que yo quiero saber!
- Los syrtenses ya estamos acostumbrados a traiciones... Aunque es raro que estés con alsirios.
- ¡Esto no es contra Syrtis, ni contra Alsius, ni contra Ignis! De nosotros, la única que no lo pudo entender fue Vingüet
- ¿¡La princesa!? -Se exaltó.
- De diez y seis personas sólo una no pudo entenderlo... ¡Hasta Dusmirild, la princesa ignita está con nosotros!
- ¿¡Qué!?
- Mientras nosotros discutimos inútilmente acá, miles de vidas mueren en vano en la guerra de Alsius contra Ignis y simplemente ¡porque el rey ignita está loco! Él quiere a los tres invocadores para utilizarlos... Ya no es cuestión de venganza
- ¿¡De qué hablás!? -Livh agarró fuertemente su cuello con la mano que no sostenía el arco
- ¡De que el rey ignita quiere destruir Alsius para luego acabar con Syrtis más rápidamente!
Esta vez, todos los que la entendieron se extrañaron.
- Por suerte, nosotros tenemos a la invocadora ignita y al alsirio y la syrtense está en Dohsim... -Dijo soltándolo- Ahora... ¿Quienes son y qué hacen acá?
- Yo soy Hao y él Luca... Vinimos a buscar refuerzos para la guerra en Eferias. Pero, al verlos, como todo syrtense, decidimos atacarlos.
- Bien... Tienen dos opciones: Unirse a nosotros -Jean-Luc no entendía nada- o morir.
El bárbaro levantó la mano haciendo con los dedos el número uno.
- Está bien... Nos unimos a ustedes, pero sigo sin entender para qué están acá si no es para matar syrtenses.
- Ellos van a ocuparse de hablar con el rey -Señaló a Íewen y a Thof
- Nuestro rey es leal, no habla un idioma que no sea syrtense.
- Bueno, la princesa y yo traducimos
- ¿La princesa?
- ¡Sí, la princesa! Nosotros vamos a buscar a mi hermana, la invocadora de Syrtis y cuando le hagamos recordar cómo invocar...
- ¿Lo olvidó?
- ¡Olvidó todo, ahora silencio! -Los alsirios escuchaban los gritos de la semielfa y se preguntaban qué estaba diciendo- Y cuando le hagamos recordar cómo invocar vamos a hacer un ataque sorpresa hacia Ignis
- ¿Y sus compañeros ignitas lo van a aceptar?
- Fue idea de una de ellos. Ahora, decidan... ¿Van con ellos o con nosotros? -Preguntó.
Un rato después, en el pueblo de Dohsim (17:00, sol poniente).
- Buenos días, Clei -Saludó Livh- ¿Tenés idea de a dónde vive Minliev Sínmarin?
- Al lado de la entrenadora de cazadores, Amanyar... -Dijo aterrado, ya que Goll lo amenazaba con la espada. Los guardias ya habían muerto- Está del otro lado del puente al este.
- Gracias
- ... -El bárbaro trató de hablar, pero olvidó que era en vano. Le tocó el hombro a Torg
- ¿Mmm?
- ¡...! -Se señaló la boca.
- Uf... -Simplemente movió un poco el báculo, y el syrtense recuperó su voz.
- ¡Uy, al fin! -Miró a sus al rededores.
Tocaron la puerta, una semielfa bastante parecida a Livh abrió la puerta.
- ¿Quienes son ustedes?
- Soy Livh, tu hermana... ¿Me recordás?
- Mmm... No, pero aún así te creo. Te parecés mucho a mí -Miró a Torg y puso cara de asco- Nunca antes había visto a un ser así... ¿Qué hace con túnica? ¡Jaja, se ve ridículo!
- ¿...? -El Utghar se miró a si mismo. No estaba tan mal
- Él es un Utghar, no es un monstruo o algo así... Es una persona
- ¿Habla?
- Sí, pero en otro idioma... Al igual que ellos -Señaló a los alsirios.
- Mmm... ¿Para qué vinieron?
- Vos sos la invocadora de Syrtis... -Comenzó a explicar la cazadora- Como si fueras una conjuradora, pero en vez de conjurar un lich, un zarkit, un golem o algo así, conjuras un fantasma con armadura y espada que hace magia llamado Evendim... Hay uno en cada reino
- ¿Un Evendim o un invocador en cada reino?
- Un invocador... Vos sabías perfectamente como hacerlo, pero hiciste un poder para olvidarlo... Te salió mal, porque no sos maga ni nada parecido, entonces olvidaste todo... Este chico -Señaló a Soro- Sabe un hechizo para que te acuerdes todo...
- ¿Y funciona? ¿No me va a pasar nada malo?
- No -Afirmó Livh. Luego bajó la voz y se dirigió al jovevn hechicero, en alsirio:- No le va a pasar nada, ¿no?
- Nada malo -Contestó.
El chico agarró el báculo y la apuntó. Estaba apunto de hacer el hechizo cuando esta agarró el báculo. Tenía más fuerza que Soro.
- ¿Y si no es verdad? ¿Y si lo que quieren hacer es matarme o algo parecido?
- Soy tu hermana, nunca haría algo así...
- ¿Y si ellos te hipnotizaron para que yo te crea? ¿Y si lo que quieren es hipnotizarme a mí también?
- ... -Livh miró a los demás.
- ¡Ya! -Luca parecía apurado, agarró del brazo a Livh y le apuntó con la lanza- Si no te quedás quieta la mato
- ¡No la mates! No sé si es mi hermana... -La pobre semielfa se agarraba la cabeza, estaba muy mareada.
- Está bien, si no parás de moverte te mato a vos -Y le apuntó a ella.
La chica se quedó paralizada. Cuando Soro hizo el hechizo, ella desmayó.
- ¿Thof, estás bien? -Preguntó la hechicera.
- Sí -Asintió sonriente.
- ¿Qué te pasa?
- No, es que nunca antes me había teletransportado... Es interesante.
- Bueno, vamos...
- ¿Interesante? ¡Estos alsirios están locos! -Dijo Hao, sorprendiendo a los Nordos.
- ¿Hablabas alsirio?
- Sí, ¿algún problema?
- "El rey es leal, el único idioma que habla es el syrtense" -Rió él- Al parecer, vos no sos tan leal
- ¡Grrr!
- Dejalo, Thof -Dijo ella agarrándole el brazo- ¡Vamos!
El reino interior de Syrtis era impresionante, mucho más bello que la zona de preparación... A lo lejos se veía un enorme complejo, mucho más grande y bello que Eferias. Comenzaron a caminar hacia allí. Lo peor se aproximaba...
Fin de la parte cuatro.
Un fuerte golpe con la espada lo noqueó. Ella hizo venganza pegándole un "baculazo". El otro salió directo hacia el brujo, quien le pegó una brusca piña en el estómago. Ella lo apuntó al bárbaro y él al caballero. El chico, medio atontado por el golpe, se paró con ayuda del joven hechicero. Ambos miraron para atrás, pero con lo único con lo que se encontraron fue con dos espadas y dos caballeros.
- Livh, traducinos todo lo que digan -Pidieron los Nordos. la siguiente conversación fue hablada en syrtense:
- ¿Quienes son y qué hacen por acá?
- ¿¡Cómo!? ¡Nosotros deberíamos haber preguntado eso! -Se quejó el Alturian que podía hablar, acariciándose la cabeza por el golpe de Íewen.
- ¿No les extraña que esté con ellos? -Preguntó. Jean-Luc la miró extrañado.
- ¿Qué les importa eso? ¡Preguntale lo que nosotros queremos saber! -Dijo.
- ¡Eso es algo que yo quiero saber!
- Los syrtenses ya estamos acostumbrados a traiciones... Aunque es raro que estés con alsirios.
- ¡Esto no es contra Syrtis, ni contra Alsius, ni contra Ignis! De nosotros, la única que no lo pudo entender fue Vingüet
- ¿¡La princesa!? -Se exaltó.
- De diez y seis personas sólo una no pudo entenderlo... ¡Hasta Dusmirild, la princesa ignita está con nosotros!
- ¿¡Qué!?
- Mientras nosotros discutimos inútilmente acá, miles de vidas mueren en vano en la guerra de Alsius contra Ignis y simplemente ¡porque el rey ignita está loco! Él quiere a los tres invocadores para utilizarlos... Ya no es cuestión de venganza
- ¿¡De qué hablás!? -Livh agarró fuertemente su cuello con la mano que no sostenía el arco
- ¡De que el rey ignita quiere destruir Alsius para luego acabar con Syrtis más rápidamente!
Esta vez, todos los que la entendieron se extrañaron.
- Por suerte, nosotros tenemos a la invocadora ignita y al alsirio y la syrtense está en Dohsim... -Dijo soltándolo- Ahora... ¿Quienes son y qué hacen acá?
- Yo soy Hao y él Luca... Vinimos a buscar refuerzos para la guerra en Eferias. Pero, al verlos, como todo syrtense, decidimos atacarlos.
- Bien... Tienen dos opciones: Unirse a nosotros -Jean-Luc no entendía nada- o morir.
El bárbaro levantó la mano haciendo con los dedos el número uno.
- Está bien... Nos unimos a ustedes, pero sigo sin entender para qué están acá si no es para matar syrtenses.
- Ellos van a ocuparse de hablar con el rey -Señaló a Íewen y a Thof
- Nuestro rey es leal, no habla un idioma que no sea syrtense.
- Bueno, la princesa y yo traducimos
- ¿La princesa?
- ¡Sí, la princesa! Nosotros vamos a buscar a mi hermana, la invocadora de Syrtis y cuando le hagamos recordar cómo invocar...
- ¿Lo olvidó?
- ¡Olvidó todo, ahora silencio! -Los alsirios escuchaban los gritos de la semielfa y se preguntaban qué estaba diciendo- Y cuando le hagamos recordar cómo invocar vamos a hacer un ataque sorpresa hacia Ignis
- ¿Y sus compañeros ignitas lo van a aceptar?
- Fue idea de una de ellos. Ahora, decidan... ¿Van con ellos o con nosotros? -Preguntó.
Un rato después, en el pueblo de Dohsim (17:00, sol poniente).
- Buenos días, Clei -Saludó Livh- ¿Tenés idea de a dónde vive Minliev Sínmarin?
- Al lado de la entrenadora de cazadores, Amanyar... -Dijo aterrado, ya que Goll lo amenazaba con la espada. Los guardias ya habían muerto- Está del otro lado del puente al este.
- Gracias
- ... -El bárbaro trató de hablar, pero olvidó que era en vano. Le tocó el hombro a Torg
- ¿Mmm?
- ¡...! -Se señaló la boca.
- Uf... -Simplemente movió un poco el báculo, y el syrtense recuperó su voz.
- ¡Uy, al fin! -Miró a sus al rededores.
Tocaron la puerta, una semielfa bastante parecida a Livh abrió la puerta.
- ¿Quienes son ustedes?
- Soy Livh, tu hermana... ¿Me recordás?
- Mmm... No, pero aún así te creo. Te parecés mucho a mí -Miró a Torg y puso cara de asco- Nunca antes había visto a un ser así... ¿Qué hace con túnica? ¡Jaja, se ve ridículo!
- ¿...? -El Utghar se miró a si mismo. No estaba tan mal
- Él es un Utghar, no es un monstruo o algo así... Es una persona
- ¿Habla?
- Sí, pero en otro idioma... Al igual que ellos -Señaló a los alsirios.
- Mmm... ¿Para qué vinieron?
- Vos sos la invocadora de Syrtis... -Comenzó a explicar la cazadora- Como si fueras una conjuradora, pero en vez de conjurar un lich, un zarkit, un golem o algo así, conjuras un fantasma con armadura y espada que hace magia llamado Evendim... Hay uno en cada reino
- ¿Un Evendim o un invocador en cada reino?
- Un invocador... Vos sabías perfectamente como hacerlo, pero hiciste un poder para olvidarlo... Te salió mal, porque no sos maga ni nada parecido, entonces olvidaste todo... Este chico -Señaló a Soro- Sabe un hechizo para que te acuerdes todo...
- ¿Y funciona? ¿No me va a pasar nada malo?
- No -Afirmó Livh. Luego bajó la voz y se dirigió al jovevn hechicero, en alsirio:- No le va a pasar nada, ¿no?
- Nada malo -Contestó.
El chico agarró el báculo y la apuntó. Estaba apunto de hacer el hechizo cuando esta agarró el báculo. Tenía más fuerza que Soro.
- ¿Y si no es verdad? ¿Y si lo que quieren hacer es matarme o algo parecido?
- Soy tu hermana, nunca haría algo así...
- ¿Y si ellos te hipnotizaron para que yo te crea? ¿Y si lo que quieren es hipnotizarme a mí también?
- ... -Livh miró a los demás.
- ¡Ya! -Luca parecía apurado, agarró del brazo a Livh y le apuntó con la lanza- Si no te quedás quieta la mato
- ¡No la mates! No sé si es mi hermana... -La pobre semielfa se agarraba la cabeza, estaba muy mareada.
- Está bien, si no parás de moverte te mato a vos -Y le apuntó a ella.
La chica se quedó paralizada. Cuando Soro hizo el hechizo, ella desmayó.
~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~
Se sentía como si estuvieras bajo al agua, sólo que podías respirar... Era muy extraño. Parecía eterno, pero en realidad no había pasado más de un segundo. Así que esto es teletransportarse... se decía el caballero ...Y pensar que los elfos ya están acostumbrados. Es muy extraño, no es incomodo. Se siente mejor que cruzar una enorme puerta y un par de puentes... - ¿Thof, estás bien? -Preguntó la hechicera.
- Sí -Asintió sonriente.
- ¿Qué te pasa?
- No, es que nunca antes me había teletransportado... Es interesante.
- Bueno, vamos...
- ¿Interesante? ¡Estos alsirios están locos! -Dijo Hao, sorprendiendo a los Nordos.
- ¿Hablabas alsirio?
- Sí, ¿algún problema?
- "El rey es leal, el único idioma que habla es el syrtense" -Rió él- Al parecer, vos no sos tan leal
- ¡Grrr!
- Dejalo, Thof -Dijo ella agarrándole el brazo- ¡Vamos!
El reino interior de Syrtis era impresionante, mucho más bello que la zona de preparación... A lo lejos se veía un enorme complejo, mucho más grande y bello que Eferias. Comenzaron a caminar hacia allí. Lo peor se aproximaba...
Fin de la parte cuatro.
Parte cuatro - Día cinco
Día cinco: Las dos guerras
- ¡Y! Vio como es la gente... "Vendo esto, compro esto"
- Mmm -El guardia había estado fingiendo que escuchaba al incansable bárbaro desde hace más de una hora.
- Bueno, también es por ser la capital... Fisga... Fisga está repleto de mercaderes, ¡y no olvidemos a los que andan pidiendo plata todo el tiempo! Se creen que la vida es dulce, que nosotros tenemos que hacer el trabajo sucio por ellos, ¿entendés lo que te digo? Nosotros matamos los bichos, ganamos monedas y después vienen estos para pedirtelas... ¡Tooodo el tiempo lo mismo! Ya me estoy cansando, umm...
- Uf -Para colmo, el brillo cegador que reflejaba su roja cabellera cuando le daba el sol estaba acabando con su vista.
- ¡El otro día me dijo Ferland que...! -Una flecha atravesó el cráneo del guardia- ¿¡!?
El bárbaro se dio vuelta para ver los balcones de la muralla, el lugar de donde había salido la flecha. Pero no había nada... Estaba por entrar a su honorable reino para ver qué ocurría cuando cayeron dos flechas, una en cada pie. Gritó furioso pero nada se escuchó. Quiso agarrar su monstruosa lanza, pero no estaba en su espalda. Miró por encima de su hombro y se encontró con un Utghar brujo y dos Nordos, uno de ellos le estaba apuntando con su espada.
- ¿No deberías estar en Herbered, amigo? -Le dijo Goll en alsirio.
- ¡¡¡...!!! -Torg se había ocupado de silenciarlo.
- Af... Af... Af... -Íewen venía corriendo desde Herbered- Los syrtenses ya se dieron cuenta... Pasé cerca del mercado y... y están haciendo un rejunte para ir al fuerte
- Buena noticia, Íew -El pobre bárbaro era inocente, lo peor que había hecho ese día era molestar al guardia, ahora muerto, y no fue intencionalmente.
- ¿Lo matamos? -Preguntó Soro, quien estaba sosteniendo su lanza.
- Mejor esperemos a que venga Thof
Pasados unos minutos, el caballero llegó a la muralla.
- Me encontré con cinco syrtenses que se dirigían Herbered, los maté -Dijo Thof agotado.
- ¿Avalancha ya está allí?
- Sí, pero me vine con algo más interesante... -Detrás de él, dos chicos de unos quince años- Es el invocador, ella es su hermana.
- ¿El invocador es un chico? -Se extrañó Soro.
- Soy más alto que vos, así que no podés decir nada -Gruñó el joven Nordo.
- Seas o no más alto soy bastante más grande de edad que vos y tengo mucha más experiencia.
- ¡Paren! Uf... ¿Para qué los trajiste? -Preguntó Goll.
- Necesitan un entrenador, no pueden luchar así
- ¿Y te pareció que lo más inteligente era traerlos a Syrtis?
- Para tenerlos con nosotros
- ¿Los vamos a llevar al castillo? -Dudó Íewen.
- No... -Miró hacia los balcones de la muralla, Livh y Jean-Luc estaban allí- Cuando encuentren a la hermana de Livh, ellos se quedará con ustedes... Así pueden protegerlos
- B... Bueno -Se extrañaron.
- No hace falta que los entrenes, Goll... Yo puedo hacerlo cuando todo esto termine
- ¡Ey! -Se quejó Kuntt.
- Bueno, ¡qué comience la fiesta! -Dijeron y se internaron en el reino.
Ellos caminaban atentos, con el gran escudo mágico de Íewen. Torg y Jean-Luc estaban alertas por si pasaba algo inesperado. Livh los guiaba.
- ... -El pobre bárbaro seguía sin poder hablar, ni siquiera se podía mover de ahí... Las flechas estaban demasiado clavadas en la tierra.
- ¿Luca? -Se extrañó un Alturian caballero al ver a su compañero.
- ¡¡¡...!!! -Trató de gritar inútilmente.
- Venía a buscar gente para ir a Eferias, pero... -Lo empujó de golpe, haciendo que se sentara en el pasto y le sacó bruscamente las flechas de los pies- Todavía no soy mago, así que vas a tener que quedarte mudo.
- ¡¡...!! -El pelirojo señalaba desenfrenadamente los balcones de la muralla y la entrada de esta misma.
- Sí... Pensaba ir a buscar gente en este momento.
- ¡¡¡. . .!!! -El bárbaro no pudo hacer más que agarrarle fuerte del brazo y llevarselo. Quería mostrarle a los alsirios.
La guerra en el puente negro aún no había comenzado, los ejércitos alsirios se preparaban en la muralla para luego dirigirse a Ignis. Estos, en cambio, estaban dentro de su desértico reino. Apenas alguien finalizaba su entrenamiento terminaba siendo reclutado para la gran guerra... la cual estaba predecida por algún ignita que escribió un libro más largo que el de Evendim.
La otra guerra, bastante más al sudeste, en Eferias... Esa sí que había comenzado, y hace rato. Avalancha los había tomado por sorpresa a los syrtenses, pero estos eran demasiados... Aún así, Alsius tenía fama de ser pocos, pero muy organziados.
Un poco más al oeste, en Herbered, los ignitas ya habían capturado el fuerte... Pero sólo eran tres contra miles. Aún así, esos tres... seguramente eran los mejores tres de todo Ignis. Leesa hacía espectáculos maravillosos, invocaba dos lichs a la vez, hacía de sus compañeros verdaderos caballeros... Juzal... Juzal era un bombardero, se la pasaba lanzando cosas del cielo, entre los enemigos había brujos, pero no ignitas, claro... Los brujos ignitas, uno de los seres más poderosos de Ra... Roldier parecía ser tres personas a la vez, hacía todo... pero no se movía. Todo, todo lo que puede hacer un conjurador en la misma persona que, para colmo, no movía un pelo.
Entre Syrtis y el puente negro estaba la Isla Central, en la cual no había ningún tipo de guerra... Dusmirild y Dinleucci esperaban a que algo suceda. Ya podían escuchar los ruidos de espadas al norte, en la guerra "Alsius-Ignis".
- ¿Dusmirild? ¿Hija mía?
- ¿¡Qué!? -Se exaltó ella.
Al darse vuelta, un elfo oscuro con armadura plateada y negra, una larga capa roja y una reluciente corona sostenía un rapier de hoja color azul grisáceo.
Intermedio.
- ¡Y! Vio como es la gente... "Vendo esto, compro esto"
- Mmm -El guardia había estado fingiendo que escuchaba al incansable bárbaro desde hace más de una hora.
- Bueno, también es por ser la capital... Fisga... Fisga está repleto de mercaderes, ¡y no olvidemos a los que andan pidiendo plata todo el tiempo! Se creen que la vida es dulce, que nosotros tenemos que hacer el trabajo sucio por ellos, ¿entendés lo que te digo? Nosotros matamos los bichos, ganamos monedas y después vienen estos para pedirtelas... ¡Tooodo el tiempo lo mismo! Ya me estoy cansando, umm...
- Uf -Para colmo, el brillo cegador que reflejaba su roja cabellera cuando le daba el sol estaba acabando con su vista.
- ¡El otro día me dijo Ferland que...! -Una flecha atravesó el cráneo del guardia- ¿¡!?
El bárbaro se dio vuelta para ver los balcones de la muralla, el lugar de donde había salido la flecha. Pero no había nada... Estaba por entrar a su honorable reino para ver qué ocurría cuando cayeron dos flechas, una en cada pie. Gritó furioso pero nada se escuchó. Quiso agarrar su monstruosa lanza, pero no estaba en su espalda. Miró por encima de su hombro y se encontró con un Utghar brujo y dos Nordos, uno de ellos le estaba apuntando con su espada.
- ¿No deberías estar en Herbered, amigo? -Le dijo Goll en alsirio.
- ¡¡¡...!!! -Torg se había ocupado de silenciarlo.
- Af... Af... Af... -Íewen venía corriendo desde Herbered- Los syrtenses ya se dieron cuenta... Pasé cerca del mercado y... y están haciendo un rejunte para ir al fuerte
- Buena noticia, Íew -El pobre bárbaro era inocente, lo peor que había hecho ese día era molestar al guardia, ahora muerto, y no fue intencionalmente.
- ¿Lo matamos? -Preguntó Soro, quien estaba sosteniendo su lanza.
- Mejor esperemos a que venga Thof
Pasados unos minutos, el caballero llegó a la muralla.
- Me encontré con cinco syrtenses que se dirigían Herbered, los maté -Dijo Thof agotado.
- ¿Avalancha ya está allí?
- Sí, pero me vine con algo más interesante... -Detrás de él, dos chicos de unos quince años- Es el invocador, ella es su hermana.
- ¿El invocador es un chico? -Se extrañó Soro.
- Soy más alto que vos, así que no podés decir nada -Gruñó el joven Nordo.
- Seas o no más alto soy bastante más grande de edad que vos y tengo mucha más experiencia.
- ¡Paren! Uf... ¿Para qué los trajiste? -Preguntó Goll.
- Necesitan un entrenador, no pueden luchar así
- ¿Y te pareció que lo más inteligente era traerlos a Syrtis?
- Para tenerlos con nosotros
- ¿Los vamos a llevar al castillo? -Dudó Íewen.
- No... -Miró hacia los balcones de la muralla, Livh y Jean-Luc estaban allí- Cuando encuentren a la hermana de Livh, ellos se quedará con ustedes... Así pueden protegerlos
- B... Bueno -Se extrañaron.
- No hace falta que los entrenes, Goll... Yo puedo hacerlo cuando todo esto termine
- ¡Ey! -Se quejó Kuntt.
- Bueno, ¡qué comience la fiesta! -Dijeron y se internaron en el reino.
Ellos caminaban atentos, con el gran escudo mágico de Íewen. Torg y Jean-Luc estaban alertas por si pasaba algo inesperado. Livh los guiaba.
- ... -El pobre bárbaro seguía sin poder hablar, ni siquiera se podía mover de ahí... Las flechas estaban demasiado clavadas en la tierra.
- ¿Luca? -Se extrañó un Alturian caballero al ver a su compañero.
- ¡¡¡...!!! -Trató de gritar inútilmente.
- Venía a buscar gente para ir a Eferias, pero... -Lo empujó de golpe, haciendo que se sentara en el pasto y le sacó bruscamente las flechas de los pies- Todavía no soy mago, así que vas a tener que quedarte mudo.
- ¡¡...!! -El pelirojo señalaba desenfrenadamente los balcones de la muralla y la entrada de esta misma.
- Sí... Pensaba ir a buscar gente en este momento.
- ¡¡¡. . .!!! -El bárbaro no pudo hacer más que agarrarle fuerte del brazo y llevarselo. Quería mostrarle a los alsirios.
La guerra en el puente negro aún no había comenzado, los ejércitos alsirios se preparaban en la muralla para luego dirigirse a Ignis. Estos, en cambio, estaban dentro de su desértico reino. Apenas alguien finalizaba su entrenamiento terminaba siendo reclutado para la gran guerra... la cual estaba predecida por algún ignita que escribió un libro más largo que el de Evendim.
La otra guerra, bastante más al sudeste, en Eferias... Esa sí que había comenzado, y hace rato. Avalancha los había tomado por sorpresa a los syrtenses, pero estos eran demasiados... Aún así, Alsius tenía fama de ser pocos, pero muy organziados.
Un poco más al oeste, en Herbered, los ignitas ya habían capturado el fuerte... Pero sólo eran tres contra miles. Aún así, esos tres... seguramente eran los mejores tres de todo Ignis. Leesa hacía espectáculos maravillosos, invocaba dos lichs a la vez, hacía de sus compañeros verdaderos caballeros... Juzal... Juzal era un bombardero, se la pasaba lanzando cosas del cielo, entre los enemigos había brujos, pero no ignitas, claro... Los brujos ignitas, uno de los seres más poderosos de Ra... Roldier parecía ser tres personas a la vez, hacía todo... pero no se movía. Todo, todo lo que puede hacer un conjurador en la misma persona que, para colmo, no movía un pelo.
Entre Syrtis y el puente negro estaba la Isla Central, en la cual no había ningún tipo de guerra... Dusmirild y Dinleucci esperaban a que algo suceda. Ya podían escuchar los ruidos de espadas al norte, en la guerra "Alsius-Ignis".
- ¿Dusmirild? ¿Hija mía?
- ¿¡Qué!? -Se exaltó ella.
Al darse vuelta, un elfo oscuro con armadura plateada y negra, una larga capa roja y una reluciente corona sostenía un rapier de hoja color azul grisáceo.
Intermedio.
Parte cuatro - Día cinco (mañana)
Día cinco (mañana): Jhill y Kuntt Linvéreh
- ¿¡EL INVOCAQUÉ!? -Se exaltó el enano- ¿¡Vos sos el invcador!?
- S... Sí, no sé... Parece que sí -Estaba bastante confundido.
- ¿¡Sos el invocador o no!? -Le preguntaron los tres a los gritos.
- ¡¡¡AYUDA!!! -Se escuchó desde lejos.
Era una mujer con su hija que escapaban de un... ¿¡ignita!?
- ¡¡MALDITO TOMATE!! ¿¡QUÉ DIABLOS HACÉS VOS ACÁ!? ¡¡¡MORÍIIIIIIIIIIIIIIIIIII!!! -Gritó el enano y revoleó un hacha arrojadiza que llevaba en el cinto, la cual terminó exactamente entre los ojos del pobre hombre- Permítame presentarme, soy Khor Lukdef
- Yo soy Muldeif Minderén, gracias por rescatarnos de ese ignita... Y también gracias por rescatar a mi hijo de la guerra.
- ¿Acaso sabía usted lo importante que es su hijo? -Al pronunciar estar palabras, el bárbaro pudo notar la cara de enfado de la hermana del chico.
- Es... ¡Es mi hijo!
- Sí, sí, pero... además de ser su hijo... -Khor suspiró- Él es el invocador alsirio.
- ¿¡El qué!? ¿¡Mi hijo es el invocador alsirio!? ¡¡Sólo tiene quince años!!
- Me pareció muy extraño, pero estos hombres afirman eso...
- Hablamos con los sabios de toda la población... Cuando hablamos con el de Rottersvall nos dijo que el único con el poder de despertar a Thorkul habitaba en la aldea... Y los que dicen que el invocador murió se están confundiendo con el padre de su hijo, ¿no?
- Sí, mi esposo murió, pero... ¿Están seguros de que mi hijo es el invocador?
- ¡Obvio, mamá! ¿Te esperabas que lo sea yo? -Le gritó la chica enfurecida- ¡Siempre él! -Se quejaba.
- ¿Celosa, hermanita?
- ¡¡TE VOY A MATAR, MALDITO CEREBRO DE TROLL!!
- ¡Callense, chicos! Esto es algo importante -Los retó.
Esta era una situación confusa... Acababan de encontrar al deseado invocador de Alsius, quien resultaba ser un chico de nada más que quince años que no podía estar un minuto sin pelearse con su hermana.
- Debemos llevarnoslo -Dijo Khor.
- ¿¡Qué!?
- Lo necesitamos... No para la guerra contra Ignis. Esto es algo más... Se le podría decir "más secreto" -Todos miraron extrañados al enano- Mientras Ignis y Alsius no paraban de pelearse, Syrtis ganó ventaja... ya que nadie se preocupaba por su estado. El rey syrtense tiene algo entre manos y nosotros debemos descubrir qué es...
- ¿Y quienes más? -Preguntó el chico.
- Somos un clan... un clan algo extraño, claro. En total creo que somos... -Comenzó a contarlos con los dedos- once sin contarte.
- ¿Quién me entrenaría? -La madre miraba exaltada al chico- Digo... Porque yo no terminé mi entrenamiento de caballero aún.
- ¿Caballero decís? Jeje... Creo que conozco a dos voluntarios perfectos para entrenarte...
- Mmm... Linda hacha, Khor -Dijo la chica.
- Sí... Lamento no poder decir lo mismo de tu espada dentada
- Eso no parece ser un cumplido -Se enfadó.
- No lo es... Por eso mismo... -Le entregó un enorme tridente a dos manos- ¿Bárbara, no? También tengo entrenador para vos
- ¡Esperen! -Gritó la madre- ¿No recuerda de quién son estos chicos? ¡Son mis hijos!
- Lo siento, señora Minderén... Pero ellos son necesarios para esto
- ¡Nosotros encontramos al chico! -Gritó el otro enano.
- No, yo lo encontré... Ustedes me dijeron que era el invocador DESPUÉS de que yo lo halla encontrado
- ¡Pero nosotros nos tomamos el trab...!
- Y les agradezco mucho. Ahora... -Khor agarró una mano de cada chico y comenzó a caminar hacia el sudoeste.
Todos quedaron sorprendidos por la racción del bárbaro. Pero ya nada podían hacer, es imposible hacerle cambiar de idea a un enano.
- ¿Y a dónde vamos? -Preguntó la chica.
- Al puerto de Gokstad, a reunirnos con mi clan
- ¿Es en el que sólo hay once personas? -Khor la miró enfadado.
- OTRO clan
- ¡No se puede estar en dos clanes a la vez, eso es traición! -Gritó el chico soltándose.
- En realidad, el clan en el que sólo hay once personas no es un clan... Es como un conjunto de amigos, ¡un grupo!
- Bueno, ¿y cómo se llama tu "clan-clan"? -Fue en ese momento cuando el enano recordó la poca paciencia que tenía con los chicos.
- Avalancha
- ¡Yo lo conozco! -Aseguró el caballero.
- ¿Cómo no lo vas a conocer, papa frita? ¡Si nuestro papá estaba en él!
- ¡¡De ahí me sonabas!! -Anunció mirándolo a él y luego a ella- Son muy parecidos
- ¿¡Entre nosotros o a nuestro padre!? -Se exaltó la chica
- Si ambos se parecen a su padre se parecen entre ustedes... Ahora, silencio que ya llegamos.
El puerto de Gokstad, uno de los lugares favoritos de los clanes para hacer reuniones... Todos permanecían cerca o alertas por si había una. En este caso, Avalancha permanecía EN Gokstad o sus al rededores hasta que Khor les diga otra cosa... Exceptuando, claro, cuando iban a la zona de guerra con amigos o tenían que hacer algo importante en otros lugares.
Khor fue simple: "Síganme, nos espera una guerra". Los guardias de la muralla se extrañaron mucho al ver que el clan entero se dirigía al sur, ya que la guerra de la que todos hablaban estaba en el puente negro.
- Khor... ¿No vas a preguntarnos nuestros nombres? -Preguntó la chica.
- Mmm... -Poca y nada era la paciencia que tenía en ese momento, la cual se le agotaba cada vez más- ¿Cuales son sus nombres?
- Yo soy Jhil Linvéreh y él... él es "rata inmunda" o cerebro de troll
- KUNTT es mi nombre -Corrigió él- A veces pienso... ¿Cómo puedo ser mellizo de esta cosa? -En respuesta, la hermana le sacó la lengua.
Ya estaban acercándose a Eferias... El cielo, mostrando la luminosa luna y las nubes negras que se aproximaban desde el sudeste predecía que esta guerra no iba a ser simple, o mejor dicho... estas guerras.
Fin del día cinco (mañana).
- ¿¡EL INVOCAQUÉ!? -Se exaltó el enano- ¿¡Vos sos el invcador!?
- S... Sí, no sé... Parece que sí -Estaba bastante confundido.
- ¿¡Sos el invocador o no!? -Le preguntaron los tres a los gritos.
- ¡¡¡AYUDA!!! -Se escuchó desde lejos.
Era una mujer con su hija que escapaban de un... ¿¡ignita!?
- ¡¡MALDITO TOMATE!! ¿¡QUÉ DIABLOS HACÉS VOS ACÁ!? ¡¡¡MORÍIIIIIIIIIIIIIIIIIII!!! -Gritó el enano y revoleó un hacha arrojadiza que llevaba en el cinto, la cual terminó exactamente entre los ojos del pobre hombre- Permítame presentarme, soy Khor Lukdef
- Yo soy Muldeif Minderén, gracias por rescatarnos de ese ignita... Y también gracias por rescatar a mi hijo de la guerra.
- ¿Acaso sabía usted lo importante que es su hijo? -Al pronunciar estar palabras, el bárbaro pudo notar la cara de enfado de la hermana del chico.
- Es... ¡Es mi hijo!
- Sí, sí, pero... además de ser su hijo... -Khor suspiró- Él es el invocador alsirio.
- ¿¡El qué!? ¿¡Mi hijo es el invocador alsirio!? ¡¡Sólo tiene quince años!!
- Me pareció muy extraño, pero estos hombres afirman eso...
- Hablamos con los sabios de toda la población... Cuando hablamos con el de Rottersvall nos dijo que el único con el poder de despertar a Thorkul habitaba en la aldea... Y los que dicen que el invocador murió se están confundiendo con el padre de su hijo, ¿no?
- Sí, mi esposo murió, pero... ¿Están seguros de que mi hijo es el invocador?
- ¡Obvio, mamá! ¿Te esperabas que lo sea yo? -Le gritó la chica enfurecida- ¡Siempre él! -Se quejaba.
- ¿Celosa, hermanita?
- ¡¡TE VOY A MATAR, MALDITO CEREBRO DE TROLL!!
- ¡Callense, chicos! Esto es algo importante -Los retó.
Esta era una situación confusa... Acababan de encontrar al deseado invocador de Alsius, quien resultaba ser un chico de nada más que quince años que no podía estar un minuto sin pelearse con su hermana.
- Debemos llevarnoslo -Dijo Khor.
- ¿¡Qué!?
- Lo necesitamos... No para la guerra contra Ignis. Esto es algo más... Se le podría decir "más secreto" -Todos miraron extrañados al enano- Mientras Ignis y Alsius no paraban de pelearse, Syrtis ganó ventaja... ya que nadie se preocupaba por su estado. El rey syrtense tiene algo entre manos y nosotros debemos descubrir qué es...
- ¿Y quienes más? -Preguntó el chico.
- Somos un clan... un clan algo extraño, claro. En total creo que somos... -Comenzó a contarlos con los dedos- once sin contarte.
- ¿Quién me entrenaría? -La madre miraba exaltada al chico- Digo... Porque yo no terminé mi entrenamiento de caballero aún.
- ¿Caballero decís? Jeje... Creo que conozco a dos voluntarios perfectos para entrenarte...
- Mmm... Linda hacha, Khor -Dijo la chica.
- Sí... Lamento no poder decir lo mismo de tu espada dentada
- Eso no parece ser un cumplido -Se enfadó.
- No lo es... Por eso mismo... -Le entregó un enorme tridente a dos manos- ¿Bárbara, no? También tengo entrenador para vos
- ¡Esperen! -Gritó la madre- ¿No recuerda de quién son estos chicos? ¡Son mis hijos!
- Lo siento, señora Minderén... Pero ellos son necesarios para esto
- ¡Nosotros encontramos al chico! -Gritó el otro enano.
- No, yo lo encontré... Ustedes me dijeron que era el invocador DESPUÉS de que yo lo halla encontrado
- ¡Pero nosotros nos tomamos el trab...!
- Y les agradezco mucho. Ahora... -Khor agarró una mano de cada chico y comenzó a caminar hacia el sudoeste.
Todos quedaron sorprendidos por la racción del bárbaro. Pero ya nada podían hacer, es imposible hacerle cambiar de idea a un enano.
- ¿Y a dónde vamos? -Preguntó la chica.
- Al puerto de Gokstad, a reunirnos con mi clan
- ¿Es en el que sólo hay once personas? -Khor la miró enfadado.
- OTRO clan
- ¡No se puede estar en dos clanes a la vez, eso es traición! -Gritó el chico soltándose.
- En realidad, el clan en el que sólo hay once personas no es un clan... Es como un conjunto de amigos, ¡un grupo!
- Bueno, ¿y cómo se llama tu "clan-clan"? -Fue en ese momento cuando el enano recordó la poca paciencia que tenía con los chicos.
- Avalancha
- ¡Yo lo conozco! -Aseguró el caballero.
- ¿Cómo no lo vas a conocer, papa frita? ¡Si nuestro papá estaba en él!
- ¡¡De ahí me sonabas!! -Anunció mirándolo a él y luego a ella- Son muy parecidos
- ¿¡Entre nosotros o a nuestro padre!? -Se exaltó la chica
- Si ambos se parecen a su padre se parecen entre ustedes... Ahora, silencio que ya llegamos.
El puerto de Gokstad, uno de los lugares favoritos de los clanes para hacer reuniones... Todos permanecían cerca o alertas por si había una. En este caso, Avalancha permanecía EN Gokstad o sus al rededores hasta que Khor les diga otra cosa... Exceptuando, claro, cuando iban a la zona de guerra con amigos o tenían que hacer algo importante en otros lugares.
Khor fue simple: "Síganme, nos espera una guerra". Los guardias de la muralla se extrañaron mucho al ver que el clan entero se dirigía al sur, ya que la guerra de la que todos hablaban estaba en el puente negro.
- Khor... ¿No vas a preguntarnos nuestros nombres? -Preguntó la chica.
- Mmm... -Poca y nada era la paciencia que tenía en ese momento, la cual se le agotaba cada vez más- ¿Cuales son sus nombres?
- Yo soy Jhil Linvéreh y él... él es "rata inmunda" o cerebro de troll
- KUNTT es mi nombre -Corrigió él- A veces pienso... ¿Cómo puedo ser mellizo de esta cosa? -En respuesta, la hermana le sacó la lengua.
Ya estaban acercándose a Eferias... El cielo, mostrando la luminosa luna y las nubes negras que se aproximaban desde el sudeste predecía que esta guerra no iba a ser simple, o mejor dicho... estas guerras.
Fin del día cinco (mañana).
Parte cuatro - Día cuatro (Tercera parte)
Día cuatro - Tercera parte: ¿Quién es él?
- ¡Maldita avispa! -Gritó Goll- ¡¡Podría haberla asesinado!!
- Estuviste bien en no asesinarla... -Le dijo Íewen.
- ¡Sí, sobretodo! ¡Recuerdo que ella me dijo "No te merecés mi respeto" y yo le contesté que si yo no le hubiera dado el mio ya estaría muerta!
- Eso nos da una lección, ¿no, alsirio? -Dijo Roldier sonriendo a medias. Todos sabían a que se refería, si no fuera por Leesa o Juzal, él ya habría intentado matarlos.
- No se admiten tomates en esta discusión -Lo calló Goll.
- Excepto el que le voy a tirar si sigue hablando -Amenazó su compañero.
- Lo que pasa es que somos muchos y es difícil la organización -Dijo Torg sabiamente.
- Planeemos algo que no necesite mucha gente
- Dicen que las tácticas alsirias son las mejores -Dijo Soro sin sacar la vista de su libro.
Cada uno ideó planes por su parte... Livh y Leesa traducían.
- Khor va a llamar a su clan, entonces Avalancha se va a ocupar de conquistar Eferias -Comenzaron a relatar el plan- Mientras, los ignitas van a capturar Herbered. Así vamos a mantener ocupadas a las lechugas... Livh y Jean-Luc van a subir a los miradores de la muralla y van a matar a los guardias que están en la puerta, sigilosamente. Torg, Goll y Soro van a buscar a la hermana de Livh (quien les va a decir dónde es). Dusmirild y Dinleucci van a ir a la Isla Central en bote, allá van a estar seguras. Thof e Íewen, quienes van a entrar junto a Goll, Torg y Soro, van a ir directo a la zona de iniciación (Íewen puede hacer funcionar el teletransportador), de allí se van a dirigir al otro teletransportador que los lleva al reino interior y así van a ir directo al castillo, van a buscar a Vingüet y a "charlar amablemente" con el rey.
- Bueno, entonces... -Suspiró Khor- Me dirijo a Alsius.
El plan comenzó. Juzal acompañó a la princesa y a la joven Molok a la isla y luego se dirigió con Roldier y Leesa a Herbered.
Todos los alsirios, menos Khor, fueron a esconderse detrás de una roca cercana a la gran entrada al verde reino.
Mientras, muy lejos de allí hacia el norte (21:00, sol poniente).
- ¡Hijo, despertá! ¡¡Rápido, Kontt!! -Gritaba una Norda en pijama.
- Mmm... ¿Qué pasa? -Preguntó el chico adormecido.
- ¡Rápido! ¡¡KONTT!!
La puerta se rompió bruscamente. Todo Rottersvall había despertado.
- Señora, él ya no es más un niño -Le dijo el guardia, quien causó el derrumbe de la entrada.
- ¡Pero sólo tiene quince años!
- La edad justa para ir a la guerra -Insistió el hombre, aferrando del brazo al joven Nordo que seguía sin entender qué pasaba- Ignis conquistó el castillo, si no ayuda a proteger los fuertes... ¡Invadirán el reino!
- ¡Pero...!
- ¿Prefiere que muera su hijo o que mueran todos?
Una chica, de la misma edad que su hermano, se levantó de la cama y se dirigió a la entrada de su casa para ver qué es lo que estaba pasando.
- ¡Jhill, acostate! -Le rogó la mujer.
- Mmm... Bueno -Ambos chicos estaban que se dormían parados. La noche anterior había pasado lo mismo y no pudieron dormir.
- ¡Por favor, señor! -El guardia empujó a la Norda y se llevó al chico.
Ya estaban en El Descenso de Herulf cuando el chico preguntó qué hacía ahí.
- En este momento voy a hacerte el favor de comprarte una armadura y una espada nueva para que puedas ir a la guerra...
- ¿Qué hora es?
- ¡La hora de que te despiertes! -Le gritó.
El Utghar guardia y el Nordo caballero... Ambos se dirigían, tal vez a su ultima batalla. Había curanderos cerca... Pero quién sabe si alguien puede curarlos a ellos. Un día antes había discutido con su hermana melliza sobre si iban o no a capturar un fuerte... Y ahora no podía ni pensar en la cantidad de muertes que iban a resultar.
Al llegar a la muralla se encontraron con un enano bárbaro muy apurado. Este lo miró al chico y, sin que el guardia se de cuenta, se lo llevó consigo.
- ¿¡Qué hacés!? -Le gritó el joven Nordo.
- Te salvo de una muerte segura -Le contestó bruscamente- A menos que quieras ir a aguantar Aggersborg.
- Mmm... Gracias, pero...
- Me sonás mucho, ¿tu padre estuvo alguna vez en Avalancha?
- ¡Eh, chico! -Gritó un enano cazador a lo lejos junto a un Utghar bárbaro- ¡Es él, es él!
- ¿Quién es él? -Se extrañó Khor.
- ¡¡El invocador!!
Fin del día cuatro.
- ¡Maldita avispa! -Gritó Goll- ¡¡Podría haberla asesinado!!
- Estuviste bien en no asesinarla... -Le dijo Íewen.
- ¡Sí, sobretodo! ¡Recuerdo que ella me dijo "No te merecés mi respeto" y yo le contesté que si yo no le hubiera dado el mio ya estaría muerta!
- Eso nos da una lección, ¿no, alsirio? -Dijo Roldier sonriendo a medias. Todos sabían a que se refería, si no fuera por Leesa o Juzal, él ya habría intentado matarlos.
- No se admiten tomates en esta discusión -Lo calló Goll.
- Excepto el que le voy a tirar si sigue hablando -Amenazó su compañero.
- Lo que pasa es que somos muchos y es difícil la organización -Dijo Torg sabiamente.
- Planeemos algo que no necesite mucha gente
- Dicen que las tácticas alsirias son las mejores -Dijo Soro sin sacar la vista de su libro.
Cada uno ideó planes por su parte... Livh y Leesa traducían.
- Khor va a llamar a su clan, entonces Avalancha se va a ocupar de conquistar Eferias -Comenzaron a relatar el plan- Mientras, los ignitas van a capturar Herbered. Así vamos a mantener ocupadas a las lechugas... Livh y Jean-Luc van a subir a los miradores de la muralla y van a matar a los guardias que están en la puerta, sigilosamente. Torg, Goll y Soro van a buscar a la hermana de Livh (quien les va a decir dónde es). Dusmirild y Dinleucci van a ir a la Isla Central en bote, allá van a estar seguras. Thof e Íewen, quienes van a entrar junto a Goll, Torg y Soro, van a ir directo a la zona de iniciación (Íewen puede hacer funcionar el teletransportador), de allí se van a dirigir al otro teletransportador que los lleva al reino interior y así van a ir directo al castillo, van a buscar a Vingüet y a "charlar amablemente" con el rey.
- Bueno, entonces... -Suspiró Khor- Me dirijo a Alsius.
El plan comenzó. Juzal acompañó a la princesa y a la joven Molok a la isla y luego se dirigió con Roldier y Leesa a Herbered.
Todos los alsirios, menos Khor, fueron a esconderse detrás de una roca cercana a la gran entrada al verde reino.
Mientras, muy lejos de allí hacia el norte (21:00, sol poniente).
- ¡Hijo, despertá! ¡¡Rápido, Kontt!! -Gritaba una Norda en pijama.
- Mmm... ¿Qué pasa? -Preguntó el chico adormecido.
- ¡Rápido! ¡¡KONTT!!
La puerta se rompió bruscamente. Todo Rottersvall había despertado.
- Señora, él ya no es más un niño -Le dijo el guardia, quien causó el derrumbe de la entrada.
- ¡Pero sólo tiene quince años!
- La edad justa para ir a la guerra -Insistió el hombre, aferrando del brazo al joven Nordo que seguía sin entender qué pasaba- Ignis conquistó el castillo, si no ayuda a proteger los fuertes... ¡Invadirán el reino!
- ¡Pero...!
- ¿Prefiere que muera su hijo o que mueran todos?
Una chica, de la misma edad que su hermano, se levantó de la cama y se dirigió a la entrada de su casa para ver qué es lo que estaba pasando.
- ¡Jhill, acostate! -Le rogó la mujer.
- Mmm... Bueno -Ambos chicos estaban que se dormían parados. La noche anterior había pasado lo mismo y no pudieron dormir.
- ¡Por favor, señor! -El guardia empujó a la Norda y se llevó al chico.
Ya estaban en El Descenso de Herulf cuando el chico preguntó qué hacía ahí.
- En este momento voy a hacerte el favor de comprarte una armadura y una espada nueva para que puedas ir a la guerra...
- ¿Qué hora es?
- ¡La hora de que te despiertes! -Le gritó.
El Utghar guardia y el Nordo caballero... Ambos se dirigían, tal vez a su ultima batalla. Había curanderos cerca... Pero quién sabe si alguien puede curarlos a ellos. Un día antes había discutido con su hermana melliza sobre si iban o no a capturar un fuerte... Y ahora no podía ni pensar en la cantidad de muertes que iban a resultar.
Al llegar a la muralla se encontraron con un enano bárbaro muy apurado. Este lo miró al chico y, sin que el guardia se de cuenta, se lo llevó consigo.
- ¿¡Qué hacés!? -Le gritó el joven Nordo.
- Te salvo de una muerte segura -Le contestó bruscamente- A menos que quieras ir a aguantar Aggersborg.
- Mmm... Gracias, pero...
- Me sonás mucho, ¿tu padre estuvo alguna vez en Avalancha?
- ¡Eh, chico! -Gritó un enano cazador a lo lejos junto a un Utghar bárbaro- ¡Es él, es él!
- ¿Quién es él? -Se extrañó Khor.
- ¡¡El invocador!!
Fin del día cuatro.
Parte cuatro - Día cuatro (Segunda parte)
Día cuatro - Segunda parte: El vuelo de la avispa.
- Alguno de ustedes... ¿Alguno de ustedes sabe qué es La Infraoscuridad?
- Mmm... Qué mareado estoy... ¿Dónde me encuentro? -Se preguntaba el mago mirando hacia todos lados: negro
- Es inútil, humano... No vas a poder ver nada en este lugar... -Se escuchó una voz ronca- Te encontrás en La Infraoscuridad
- ¿Qué diablos es eso? -Se sentó sosteniéndose la cabeza con la mano izquierda.
- ¿Querés ver? ¡Jaja! Seguime... -Le dijo la voz- Seguime...
El mago se encontró en un mar de luz que lo cegó. Estaba en la arena de un coliseo. Miró a sus al rededores, en las tribunas había montones de enanos y unas criaturas repugnantes con forma de calamar. Su oponente era un humano escuálido y bastante débil, por lo menos a simple vista. Su armadura se le resbalaba de lo flaco que era y ni siquiera podía levantar la espada que sostenía con las dos manos, arrastrando por el suelo.
- ¿Tengo que pelear contra esto? -Se lamentó. Su mareo había terminado...
Luego de acabar con varios hombres, se encontró con uno difícil... un brujo, no parecía nada del otro mundo, pero él estaba muy cansado. Lo venció en poco tiempo.
Ese día fue el más extraño de su vida, hasta ese momento... Al siguiente, su oponente fue un bárbaro. Este no era deprimente ni mucho menos, demostraba dureza y, sobretodo, un toque de "sangre enana" aunque seguro se enfurecería seriamente si se lo decía.
Luchó contra él, quien ni siquiera pudo tocarlo... Luego apareció una elfa oscura maga... "¿Quién es?" pensaba "Me suena de alguna parte..."
- ¡AH! -El grito interrumpió la intriga de la pregunta.
- ¡Roldier, Ukinthergath! ("¡Despertaste!")
- ¿Leesa? ¿Leesa Lipkit?
- Og, og... ("Sí, sí") -La elfa parecía muy emocionada, tal vez porque se había liberado de contestar la pregunta que ella mismo había pronunciado.
- ¿Gi Daajka? ("¿Estás bien?") -Preguntó Juzal
- ¿¡Kue Erk Vonkuth!? ("¿¡Quiénes son estos!?") -Gritó el esquelio exaltado- ¡Ine Keeleed! ("¡Vos deberías estar muerta!")
- ¿Te molesta que no sea así? -Dijo la hechicera con un tono de amenaza en la voz.
- ¡Por supuesto que no! -Todos quedaron sorprendidos- ¿Te creías que yo no puedo responder esa pregunta?
- ...
- ¿Así que hablabas alsirio, maldito rojo? -Dijo Thof bastante enfadado- Sólo es un pobre diablo que se cree que lo único que quiere el rey ignita es a su preciada hija
- No me vallas a decir que no es así -Se paró y enfrentó a Thof, quien era bastante más alto- ¿Qué harías si unos ignitas o unos syrtenses secuestran a tu hija y luego te das cuenta de que junto a ellos había alsirios?
- ¿Te creés que lo único que pasó fue eso? -El caballero, habiendo sido él el que la secuestró, se hizo cargo- Amablemente pregunté si podía raptarla y ella respondió "Por supuesto, caballero del norte"
- Maldito idiota -Murmuró el ignita.
El alsirio le presentó su puño al mago y luego dijo "Y su nombre es Dusmirild... no princesa"
- Creo que te pasaste -Le dijo Goll en voz baja
- Pensaba terminar acá, pero depende de cómo raccione -Soltó al supuesto Roldier.
Un rato después, cerca de la cúpula ignita (18:45, sol poniente)
- ¿Qué hicieron con los demás? -Le preguntó a Juzal, mientras Leesa veía con cara de pena cómo le había quedado la cara.
- Creo que Khor les cortó la cabeza...
- ¿Khor? ¿Ya los llamás por su nombre? -El brujo se encogió de hombros al escuchar esas palabras de su compañero- ¿Por qué abandonaste a los magos del Gul?
- ¡No los abandoné! Estaba cazando en Syrtis cuando de repente se partió el suelo.
- ¿Tan gordo estás? ¡Hablo en serio!
- ¡Yo también hablo en serio!
- Roldier, Juzal... -Interrumpió Leesa- Nadie abandonó a los magos del Gul
- ¿Y cómo apareciste así?
- Fue el espíritu de Daen-Rha... Trata de invadir las mentes de los hechiceros más poderosos para que lo revivan
- ¿Y ellos? -Señaló a los demás.
- Los días ya no son como antes... -Suspiró ella- Hay muchos problemas y todos relacionados entre sí... La hermana de ella es la invocadora syrtense y los ignitas la quieren secuestrar... La princesa es la invocadora ignita... Ella es otra de las hechiceras más poderosas... Todos queremos encontrar al invocador alsirio para protegerlo... Él no sabe quién es ni de dónde viene... El tiempo cambió, los vientos ya no están a favor de nadie
- Sí -Se escuchó una voz detrás de ellos- El viento está a favor de Syrtis...
- ¿De Syrtis? -Se extrañaron los ignitas.
- Vingüet desapareció y dudo que no halla sido intencionalmente... Al estar tan concentrados en la guerra entre Ignis y Alsius, Syrtis ganó ventaja... Seguro, la orejuda va a buscar a la hermana de Livh -Señaló a la semielfa- y su padre se ocupará del resto.
Intermedio
- Alguno de ustedes... ¿Alguno de ustedes sabe qué es La Infraoscuridad?
- Mmm... Qué mareado estoy... ¿Dónde me encuentro? -Se preguntaba el mago mirando hacia todos lados: negro
- Es inútil, humano... No vas a poder ver nada en este lugar... -Se escuchó una voz ronca- Te encontrás en La Infraoscuridad
- ¿Qué diablos es eso? -Se sentó sosteniéndose la cabeza con la mano izquierda.
- ¿Querés ver? ¡Jaja! Seguime... -Le dijo la voz- Seguime...
El mago se encontró en un mar de luz que lo cegó. Estaba en la arena de un coliseo. Miró a sus al rededores, en las tribunas había montones de enanos y unas criaturas repugnantes con forma de calamar. Su oponente era un humano escuálido y bastante débil, por lo menos a simple vista. Su armadura se le resbalaba de lo flaco que era y ni siquiera podía levantar la espada que sostenía con las dos manos, arrastrando por el suelo.
- ¿Tengo que pelear contra esto? -Se lamentó. Su mareo había terminado...
Luego de acabar con varios hombres, se encontró con uno difícil... un brujo, no parecía nada del otro mundo, pero él estaba muy cansado. Lo venció en poco tiempo.
Ese día fue el más extraño de su vida, hasta ese momento... Al siguiente, su oponente fue un bárbaro. Este no era deprimente ni mucho menos, demostraba dureza y, sobretodo, un toque de "sangre enana" aunque seguro se enfurecería seriamente si se lo decía.
Luchó contra él, quien ni siquiera pudo tocarlo... Luego apareció una elfa oscura maga... "¿Quién es?" pensaba "Me suena de alguna parte..."
. . .
- ¡AH! -El grito interrumpió la intriga de la pregunta.
- ¡Roldier, Ukinthergath! ("¡Despertaste!")
- ¿Leesa? ¿Leesa Lipkit?
- Og, og... ("Sí, sí") -La elfa parecía muy emocionada, tal vez porque se había liberado de contestar la pregunta que ella mismo había pronunciado.
- ¿Gi Daajka? ("¿Estás bien?") -Preguntó Juzal
- ¿¡Kue Erk Vonkuth!? ("¿¡Quiénes son estos!?") -Gritó el esquelio exaltado- ¡Ine Keeleed! ("¡Vos deberías estar muerta!")
- ¿Te molesta que no sea así? -Dijo la hechicera con un tono de amenaza en la voz.
- ¡Por supuesto que no! -Todos quedaron sorprendidos- ¿Te creías que yo no puedo responder esa pregunta?
- ...
- ¿Así que hablabas alsirio, maldito rojo? -Dijo Thof bastante enfadado- Sólo es un pobre diablo que se cree que lo único que quiere el rey ignita es a su preciada hija
- No me vallas a decir que no es así -Se paró y enfrentó a Thof, quien era bastante más alto- ¿Qué harías si unos ignitas o unos syrtenses secuestran a tu hija y luego te das cuenta de que junto a ellos había alsirios?
- ¿Te creés que lo único que pasó fue eso? -El caballero, habiendo sido él el que la secuestró, se hizo cargo- Amablemente pregunté si podía raptarla y ella respondió "Por supuesto, caballero del norte"
- Maldito idiota -Murmuró el ignita.
El alsirio le presentó su puño al mago y luego dijo "Y su nombre es Dusmirild... no princesa"
- Creo que te pasaste -Le dijo Goll en voz baja
- Pensaba terminar acá, pero depende de cómo raccione -Soltó al supuesto Roldier.
Un rato después, cerca de la cúpula ignita (18:45, sol poniente)
- ¿Qué hicieron con los demás? -Le preguntó a Juzal, mientras Leesa veía con cara de pena cómo le había quedado la cara.
- Creo que Khor les cortó la cabeza...
- ¿Khor? ¿Ya los llamás por su nombre? -El brujo se encogió de hombros al escuchar esas palabras de su compañero- ¿Por qué abandonaste a los magos del Gul?
- ¡No los abandoné! Estaba cazando en Syrtis cuando de repente se partió el suelo.
- ¿Tan gordo estás? ¡Hablo en serio!
- ¡Yo también hablo en serio!
- Roldier, Juzal... -Interrumpió Leesa- Nadie abandonó a los magos del Gul
- ¿Y cómo apareciste así?
- Fue el espíritu de Daen-Rha... Trata de invadir las mentes de los hechiceros más poderosos para que lo revivan
- ¿Y ellos? -Señaló a los demás.
- Los días ya no son como antes... -Suspiró ella- Hay muchos problemas y todos relacionados entre sí... La hermana de ella es la invocadora syrtense y los ignitas la quieren secuestrar... La princesa es la invocadora ignita... Ella es otra de las hechiceras más poderosas... Todos queremos encontrar al invocador alsirio para protegerlo... Él no sabe quién es ni de dónde viene... El tiempo cambió, los vientos ya no están a favor de nadie
- Sí -Se escuchó una voz detrás de ellos- El viento está a favor de Syrtis...
- ¿De Syrtis? -Se extrañaron los ignitas.
- Vingüet desapareció y dudo que no halla sido intencionalmente... Al estar tan concentrados en la guerra entre Ignis y Alsius, Syrtis ganó ventaja... Seguro, la orejuda va a buscar a la hermana de Livh -Señaló a la semielfa- y su padre se ocupará del resto.
Intermedio
Parte cuatro - Día cuatro
Día cuatro: Los Magos del Gul
- Ejem, ejem... ¡Escuchen! -Gritó Goll para llamar la atención de todos.
- Decidimos que nos vamos a dividir para hacer las quichicientas cosas que tenemos que hacer para poner en orden la cosa...
- Torg, Khor... -Ambos alsirios se miraron. Ya habían viajado juntos ellos en la ultima división que se había hecho en el grupo- ustedes van a buscar al invocador de Alsius...
- ¿Te molestaría viajar conmigo otra vez, Torg Snowflake? -Preguntó el enano sonriente.
- Para nada -Le respondió desde arriba el brujo.
- Su majestad Vingüet, Jean-Luc, Livh y Soro se van a dirigir a Syrtis para buscar a la hermana de Livh
- Pero no recuerdo el idioma syrtense -Anunció el hechicero.
- Hacete el mudo y listo -Propuso Íewen.
- Juzal, Leesa y Dusmirild... ustedes van a ir a Ignis a averiguar qué quiere hacer el rey.
- ¿Nos llevamos a Dinleucci con nosotros? -Preguntó Leesa.
- Sí... Y vos, Íewen, venís con nosotros a terminar todo este tema de Daen-Rha y Evendim.
- Bueno, pero no sé mucho de esto, ¿eh? Y, además... necesitaría mi libro
- ¿Para qué tengo que ir yo con los syrtenses? -Se preguntó Soro.
- Para hacer que mi hermana recuerde cómo invocar
- Y todo lo que olvidó -Agregó Goll. Livh lo miró, pero este giró su cabeza para ver nuevamente a Íewen- Mmm...
- Podría dárselo, puedo recordar el hechizo -Dijo el chico finalmente, entregándole el mar de hojas que guardaba en el bolsillo interno de su túnica.
- Bueno, ya podemos irn...
- ¡Esmerold Ger! ("¡Escuché algo!") -Interrumpió Juzal- Ikimenthos... ("Pasos") Ik Eknebuuoth ("Es un galope de caballo"). Ik Eknebuuothes, bikther ("Es un galope de caballos, mejor dicho")
- ¿Konthos? ("¿Cuántos")
- Ekneketh Irkbuuothes ("Diez y seis patas de caballo")
- ¡Cuatro caballos se aproximan! -Gritó Thof- ¡¡Preparen armas!!
Una enorme roca encendida en fuego cayó al lado de Torg.
- Brujos... -Murmuró él.
Livh se escapó por detrás. Consiguió una mascota velozmente y volvió a la zona de combate. Le ordenó a su mascota y a sus flechas que ataquen a los enemigos que se aproximaban. Jean-Luc y Vingüet la acompañaron. Íewen y Leesa encantaron a todos para darles defensa, maná y demás a sus compañeros. Juzal y Torg comenzaron a "bombardear". Khor, Thof (rengüeando, gracias al flechazo de hace dos días) y Goll sacaron sus armas. Los Nordos se pusieron adelante de todos para recibir ellos los golpes y el enano fue directo a cargar hacia el lugar en el que estaban los caballos corriendo hacia ellos. Soro tenía su libro en una mano y su báculo en la otra. Pronunciaba palabras extrañas que solo Íewen reconocía, y no a todas. La pequeña Molok sacó ocho dagas, cuatro en cada mano. Esperó a poder verlos, en ese momento las lanzaría.
- ¡También conjuradores! -Dijo al ver luces y sonidos típicos de los hechizos de curación- pero ninguna flecha aún...
Una tormenta de rayos cayó encima de Juzal y Jean-Luc, quienes estaban uno al lado del otro.
- Ignitas seguro... -Se dijo Íewen curándolos- ¡Ectheriouslenmett!
Una bola semi-invisible envolvió a la comunidad, luego desapareció. Todo hechizo que lanzaban los ignitas rebotaba contra ellos. La siguiente "conversación" fue hablada en ignita:
- ¡¡Devuelvan a la princesa, malditos!! -Gritó un esquelio a caballo. Detrás de él aparecieron tres más... Todos magos.
- ¿Roldier? -Preguntó Juzal.
- ¡Juzal, Leesa! ¿¡Qué hacen con estos inútiles!?
- ¿¡Inútiles!? -Se quejó Thof. Revoleándole la espada que tenía en la mano, la cual se clavó en el brazo de uno de los magos. Tiró su escudo al suelo y agarró su espada a dos manos
- ¡Roldier, no sigas! -Le gritó la hechicera- Ellos quieren proteger a la princesa
- ¡Silencio! -Yo creía que estaba muerta... se decía Pero es peor, ¡está loca!
- ¡Ay, dios! ¡¡Roldier, matalos!! -Le gritó un elfo oscuro detrás.
- ¡El rey ordenó que...! -Un hachazó hizo que el pobre corcel se quedara sin patas delanteras.
- ¡Peleá si sos hombre, caramba! -Gritó el enano en alsirio.
- ¿¡QUÉ!?
- ¿Roldier?
- Ay ay ay ayyyyyyy -Chillaba acariciándose la cabeza.
- ¿Los demás cómo están, Íew?
- Parecen bien, aunque siguen desmayados... Lo que sí, tienen un gran chichón en la cabeza
- Jeje, creo que me dejé llevar por mis instintos sin siquiera preguntar -Sonrió el bárbaro.
- Ni te disculpes -Rió Thof- ¡Casi nos matan!
- Dejemos que duerman -Aconsejó Leesa.
- ¿Vos decís que nos vallamos y los dejemos solos acá? -Preguntó Goll.
- Esa era una idea, pero si querés que te corten la cabeza unos tomates con patas... Jeje, por mí está bien -Rió el otro caballero.
- También podríamos... -Livh pensó lo que iba a decir- No, sería demasiado cruel
- ¿Qué?
- Despertarlos y amenazarlos con que nos ayuden, ya que tan débiles están...
- Es una buena idea -Dijo Torg- Es cruel, sí... ¿Pero acaso ellos no querían matarnos?
- Creí que vos eras más pacífico -Dijo Thof mirándolo atentamente.
- Tengo mis días -Sonrió. El Nordo se lo imaginó con cola de diablo, colmillos y alas.
- ¡Puaj!
Intermedio.
- Ejem, ejem... ¡Escuchen! -Gritó Goll para llamar la atención de todos.
- Decidimos que nos vamos a dividir para hacer las quichicientas cosas que tenemos que hacer para poner en orden la cosa...
- Torg, Khor... -Ambos alsirios se miraron. Ya habían viajado juntos ellos en la ultima división que se había hecho en el grupo- ustedes van a buscar al invocador de Alsius...
- ¿Te molestaría viajar conmigo otra vez, Torg Snowflake? -Preguntó el enano sonriente.
- Para nada -Le respondió desde arriba el brujo.
- Su majestad Vingüet, Jean-Luc, Livh y Soro se van a dirigir a Syrtis para buscar a la hermana de Livh
- Pero no recuerdo el idioma syrtense -Anunció el hechicero.
- Hacete el mudo y listo -Propuso Íewen.
- Juzal, Leesa y Dusmirild... ustedes van a ir a Ignis a averiguar qué quiere hacer el rey.
- ¿Nos llevamos a Dinleucci con nosotros? -Preguntó Leesa.
- Sí... Y vos, Íewen, venís con nosotros a terminar todo este tema de Daen-Rha y Evendim.
- Bueno, pero no sé mucho de esto, ¿eh? Y, además... necesitaría mi libro
- ¿Para qué tengo que ir yo con los syrtenses? -Se preguntó Soro.
- Para hacer que mi hermana recuerde cómo invocar
- Y todo lo que olvidó -Agregó Goll. Livh lo miró, pero este giró su cabeza para ver nuevamente a Íewen- Mmm...
- Podría dárselo, puedo recordar el hechizo -Dijo el chico finalmente, entregándole el mar de hojas que guardaba en el bolsillo interno de su túnica.
- Bueno, ya podemos irn...
- ¡Esmerold Ger! ("¡Escuché algo!") -Interrumpió Juzal- Ikimenthos... ("Pasos") Ik Eknebuuoth ("Es un galope de caballo"). Ik Eknebuuothes, bikther ("Es un galope de caballos, mejor dicho")
- ¿Konthos? ("¿Cuántos")
- Ekneketh Irkbuuothes ("Diez y seis patas de caballo")
- ¡Cuatro caballos se aproximan! -Gritó Thof- ¡¡Preparen armas!!
Una enorme roca encendida en fuego cayó al lado de Torg.
- Brujos... -Murmuró él.
Livh se escapó por detrás. Consiguió una mascota velozmente y volvió a la zona de combate. Le ordenó a su mascota y a sus flechas que ataquen a los enemigos que se aproximaban. Jean-Luc y Vingüet la acompañaron. Íewen y Leesa encantaron a todos para darles defensa, maná y demás a sus compañeros. Juzal y Torg comenzaron a "bombardear". Khor, Thof (rengüeando, gracias al flechazo de hace dos días) y Goll sacaron sus armas. Los Nordos se pusieron adelante de todos para recibir ellos los golpes y el enano fue directo a cargar hacia el lugar en el que estaban los caballos corriendo hacia ellos. Soro tenía su libro en una mano y su báculo en la otra. Pronunciaba palabras extrañas que solo Íewen reconocía, y no a todas. La pequeña Molok sacó ocho dagas, cuatro en cada mano. Esperó a poder verlos, en ese momento las lanzaría.
- ¡También conjuradores! -Dijo al ver luces y sonidos típicos de los hechizos de curación- pero ninguna flecha aún...
Una tormenta de rayos cayó encima de Juzal y Jean-Luc, quienes estaban uno al lado del otro.
- Ignitas seguro... -Se dijo Íewen curándolos- ¡Ectheriouslenmett!
Una bola semi-invisible envolvió a la comunidad, luego desapareció. Todo hechizo que lanzaban los ignitas rebotaba contra ellos. La siguiente "conversación" fue hablada en ignita:
- ¡¡Devuelvan a la princesa, malditos!! -Gritó un esquelio a caballo. Detrás de él aparecieron tres más... Todos magos.
- ¿Roldier? -Preguntó Juzal.
- ¡Juzal, Leesa! ¿¡Qué hacen con estos inútiles!?
- ¿¡Inútiles!? -Se quejó Thof. Revoleándole la espada que tenía en la mano, la cual se clavó en el brazo de uno de los magos. Tiró su escudo al suelo y agarró su espada a dos manos
- ¡Roldier, no sigas! -Le gritó la hechicera- Ellos quieren proteger a la princesa
- ¡Silencio! -Yo creía que estaba muerta... se decía Pero es peor, ¡está loca!
- ¡Ay, dios! ¡¡Roldier, matalos!! -Le gritó un elfo oscuro detrás.
- ¡El rey ordenó que...! -Un hachazó hizo que el pobre corcel se quedara sin patas delanteras.
- ¡Peleá si sos hombre, caramba! -Gritó el enano en alsirio.
- ¿¡QUÉ!?
¡PUM!
. . .
. . .
- ¿Roldier?
- Ay ay ay ayyyyyyy -Chillaba acariciándose la cabeza.
- ¿Los demás cómo están, Íew?
- Parecen bien, aunque siguen desmayados... Lo que sí, tienen un gran chichón en la cabeza
- Jeje, creo que me dejé llevar por mis instintos sin siquiera preguntar -Sonrió el bárbaro.
- Ni te disculpes -Rió Thof- ¡Casi nos matan!
- Dejemos que duerman -Aconsejó Leesa.
- ¿Vos decís que nos vallamos y los dejemos solos acá? -Preguntó Goll.
- Esa era una idea, pero si querés que te corten la cabeza unos tomates con patas... Jeje, por mí está bien -Rió el otro caballero.
- También podríamos... -Livh pensó lo que iba a decir- No, sería demasiado cruel
- ¿Qué?
- Despertarlos y amenazarlos con que nos ayuden, ya que tan débiles están...
- Es una buena idea -Dijo Torg- Es cruel, sí... ¿Pero acaso ellos no querían matarnos?
- Creí que vos eras más pacífico -Dijo Thof mirándolo atentamente.
- Tengo mis días -Sonrió. El Nordo se lo imaginó con cola de diablo, colmillos y alas.
- ¡Puaj!
Intermedio.
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